Las historias, los videos de cámaras de seguridad y los desenlaces fatales son postales de la inseguridad cotidiana. El robo de autos y motos es un termómetro que parece moverse al ritmo de las crisis. Según datos del CESVI, en el primer trimestre del año subieron un 14 % los robos de vehículos, entre autos, motos y utilitarios. En 2023 ya habían subido un 28 %. El dato más preocupante: en el 65 % de los casos, se trata de hechos violentos.
El número surge de los datos aportados por las compañías de seguros que forman parte del Sistema Integrado Sofía y que tiene un parque automotor de 10 millones de vehículos asegurados. Cada vez que hay un robo, además de la denuncia policial o en la Justicia, los propietarios informan a las aseguradoras el siniestro.
Si se analizan los datos por cada 100 mil habitantes, el aumento es de 158 a 201. Y de 2019 a esta parte, no paran de crecer.
Las zonas calientes
Al analizar la variación por zona, el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) encabeza el ranking de robo de autos. En Capital Federal hubo un incremento del 42 % en los robos durante 2023 y Gran Buenos Aires registró un aumento del 32 % de los casos.
La zona Oeste del GBA es la que más hechos registra y concentra el 28 % de los casos, luego lo sigue la zona Sur con el 19 % y la zona norte con el 10 %. En la Ciudad de Buenos Aires reportaron el 9 % de los robos del país. Fuera del AMBA, en el interior del país, se da un 33 por ciento de los siniestros.
Así las cosas, el Gran Buenos Aires sigue siendo la zona más caliente para el robo de autos y suma el 58% del total, y según detallaron en el informe, Lanús fue el municipio con más casos, seguido por Morón y Tres de Febrero.
Las motos son uno de los objetivos que más crecimiento han tenido en los últimos años. Mientras aumenta el parque automotor, también lo hacen los robos. Siempre de acuerdo a los datos del CESVI, el 37 % de los vehículos robados son motos, mientras que los autos son el 45% y los utilitarios el 16 %. Respecto de 2022, el crecimiento de los siniestros de motos creció un 10 %.
Los datos surgen del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), en el marco del 7° Seminario Latinoamericano de la Asociación Internacional de Investigadores de Robo de Autos (IAATI).
Los robos violentos, en alza
Marcelo Aiello, gerente general del CESVI, dijo: «En lo que refiere a la modalidad de los robos, a mano armada o estacionados en la calle, observamos que en los vehículos más nuevos (con una antigüedad de hasta cinco años) sube el porcentaje de hechos violentos que pasó del 45 % al 65 % entre 2022 y 2023″.
En el caso de los autos, agrega Aiello, «presentó un mayor incremento llegando al 77% de robos a mano armada para los vehículos más nuevos, mientras que para las motos no hay variación en la modalidad del robo por la antigüedad, manteniéndose en el 38%».
Ante la consulta de este diario, adjudicaron este crecimiento a los avances tecnológicos. Los vehículos más nuevos requieren de llaves de presencia para su encendido o tienen sistemas que no les permiten el hurto mientras están estacionados. Por eso necesitan de las llaves y para obtenerlas buscan formas cada vez más violentas de obtenerlas.
Prueba de esto es que, en el caso de las motos, no hay distinción de modalidad de robo por la antigüedad.
“Cuando no encuentran la forma de concretar el robo parcial o total, aparecen los casos de robo a mano armada. Esto está llevando a que se den dos fenómenos importantes en el mercado. Por una parte, del lado del delito encontramos cada vez más seguido bandas grandes, más profesionalizadas y organizadas ya no solo a nivel municipal sino a nivel regional y con conexiones en otros países”, explica Carlos Mackinlay, CEO de Strix, una empresa dedicada al rastro y recupero de vehículos.
Según los datos de la empresa, el crecimiento del primer semestre del 2024 también es del 14 %.
En lo que respecta a los motivos de los robos, o al destino de los vehículos, los especialistas lo vinculan a la comercialización ilegal de autopartes, aunque también para cometer otros delitos. Es que en muchos casos, los vehículos se mueven entre el primer y segundo cordón del conurbano y luego son abandonados, un modo de acción muy extendido en el Gran Buenos Aires.
Otro de los destinos de los autos robados son para la compraventa en las provincias del interior del país y para sacarlos al exterior, y para el tráfico de estupefacientes, aseguraron los especialistas.
Luego de la pandemia, por los problemas de las importaciones y la devaluación, la falta de cubiertas y repuestos generó un mercado propicio para el robo parcial de vehículos en la vía pública, sobre esos hechos las aseguradoras reportaron un crecimiento del 4 % en 2023, mientas que en 2022 el incremento había sido del 31 %.
SC