El Gabinete Criminalístico tomó testimonios y realizó un relevamiento fotográfico en la zona para avanzar con el estudio del caso.

Un joven de 22 años murió electrocutado este domingo a la mañana en el extremo sur de la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe. El dueño de una casa denunció a la policía por la presencia de un hombre muerto en el techo de la casa y expresó que la víctima habría intentado robar el motor del aire acondicionado.

El hecho fue reportado a primera hora de la mañana por agentes policiales que actuaron en la calle 503 al 900 y continúan trabajando para determinar bajo qué circunstancias se produjo el deceso.

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El hecho ocurrió en jurisdicción de la subcomisaría 20° y rápidamente el Ministerio Público de la Acusación (MPA) dio aviso a la Unidad de Homicidios Culposos. Por su parte, el Gabinete Criminalístico tomó testimonios y realizó un relevamiento fotográfico en la zona.

El cuerpo del joven fallecido fue trasladado al Instituto Médico Legal de Rosario para llevar adelante la realización de la autopsia correspondiente.

Inseguridad y muerte en Rosario

Esta semana, otro caso causó conmoción en Rosario por la muerte de un hombre de 30 años que quedó envuelto en un tiroteo contra una verdulería.

El hecho ocurrió el miércoles por la noche. Mauro Villamil había ido a comprar verduras para un asado que tenía con sus amigos cuando se vio envuelto en un ataque a tiros contra un comercio ubicado en Corrientes y Gutiérrez.

“Estamos todos consternados, sorprendidos, en shock. No quedó otra que venir a trabajar, poner la mejor cara ante los clientes, pero es un momento muy duro”, afirmó Pablo, compañero de Mauro en la estación de servicio Shell, ubicada a pocas cuadras donde ocurrió el crimen.

Villamil trabajaba en la estación de servicio y, en sus ratos libres, manejaba un taxi para hacer dinero extra. “Se subía al taxi y manejaba unas cinco horas por día. Mauro tenía tres hijos pequeños, esposa. Una pena. Era sustento de familia”, señaló el playero.

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“Habíamos organizado un asado con los compañeros. Mauro había comprado todas las cosas y faltaba nada más que las verduras para la ensalada. Y luego íbamos a la casa de otro compañero para empezar a cocinar y pasó lo que pasó. Vivía a dos o tres cuadras de esa verdulería y era cliente de ahí”, relató su compañero.