En vez de continuar la historia, los productores de la saga Un lugar en silencio (entre ellos, Michael Bay, de Armageddon y Transformers) decidieron ir hacia atrás, y contar todo desde un principio.
Un lugar en silencio: Día uno se parece mucho a los denominados blockbusters de los años ’80, trasladando las acciones a la isla de Manhattan, y con un presupuesto que cuadriplica el de la película original, la sorprendente Un lugar en silencio, de 2018. Hay más alienígenas, que escalan edificios, y como están en Nueva York y no en una granja como en la original y su secuela, hay muchas, muchísimas más muertes.
Las dos primeras películas habían sido dirigidas por John Krasinski, el actor de The Office y Amigos imaginarios, explorando un mundo post-apocalíptico en el que extraterrestres ciegos, pero con un sentido auditivo muy, pero muy fino, atacaban a todo aquello que emitiera un sonido, sea un humano o un vehículo.
De allí el título: había que mantenerse en silencio para no llamar la atención de los alienígenas, que eran mostrados en cuentagotas en la primera película.
Lupita Nyong’o, ganadora de un Oscar, asume el protagonismo. Fotos ParamountLa precuela que estrena este jueves no tiene a ninguno de los personajes ya vistos, excepto a las criaturas, que llegan desde el espacio y aterrizan en Manhattan.
Y como no pueden tomar contacto con el agua (no me pregunten por qué), el hecho de que todo transcurra en la isla hace que las autoridades vuelen todos los puentes, para que las criaturas no puedan acceder a otras ciudades.
Sin Emily Blunt ni John Krasinski
Decíamos que no está la familia Abbott (el propio Krasinski y su esposa en la vida real, Emily Blunt), que al final de Un lugar en silencio II descubría cómo combatirlos -tampoco Krasinski dirige: lo hace Michael Sarnoski, de Pig, con Nicolas Cage- y en su lugar el protagonismo recae en Sam (Lupita Nyong’o), una joven que vive en una institución de cuidados paliativos, o algo así: tiene cáncer.
Eric (Joseph Quinn, de «Stranger Things»), Sam y Frodo, el gato que, por suerte, no maúlla.Y cuando el grupo participa en una excursión “a la ciudad”, allí va Sam, el mismo día que los extraterrestres llegan a la Tierra. Una cuestión de mal timing.
Cuando todo estalla, Sam parece más preocupada por ir a un local de pizza en Harlem, algo que tendrá su explicación hacia el desenlace.
Sam tiene un gato, Frodo (en verdad se utilizaron dos gatos), que funciona como un Macguffin, como Alfred Hitchcock llamaba a esa suerte de señuelos, un distractor o excusa argumental: aquí tememos que, en algún momento, Frodo maúlle.
Djimon Hounsou, que tiene un pequeño papel, le recuerda a Sam que no debe abrir la boca más que para respirar.Y en el medio del caos, Sam se cruza con Eric (Joseph Quinn, Eddie Mundson en Stranger Things), un estudiante de Derecho británico que sigue con su corbata puesta, aunque haya perdido el saco. Eric sigue a Sam igual que Frodo.
Lupita está genial en una trama en la que los gestos -en particular, sus ojos saltones- suelen decir más que las escasas palabras que los personajes pueden expresar, aunque se pueda hablar cuando llueve.
De todas maneras, uno podía imaginar que Día uno iba a explicar más sobre los alienígenas, su comportamiento o de dónde provienen. Bueno, si no hay otra precuela, no nos enteraremos, porque aquí, simplemente se muestra su llegada, como si fueran meteoritos.
Esta precuela cuadriplica el presupuesto de la película original.Pero hay suspenso, escenas de devastación y primeros planos de estos cuadrúpedos que llegaron para quedarse y formar una saga de terror con cuerda para rato.
Y no, no hay escena postcréditos.
“Un lugar en silencio: Día uno”
Buena
Drama / terror. Estados Unidos, 2024. Título original: “A Quiet Place: Day One”. 99’, SAM 13. De: Michael Sarnoski. Con: Lupita Nyong’o, Joseph Quinn, Djimon Hounsou, Alex Wolff. Salas: IMAX, Cinemark Palermo, Hoyts Unicenter, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano.