Investigadores realizaron una revisión de la literatura existente sobre la actividad física y su relación con el uso de sustancias.
Los investigadores que analizaron 43 estudios de todo el mundo encontraron un vínculo entre la actividad física y la reducción del consumo de sustancias entre las personas en tratamiento por abuso de alcohol y drogas.
“La idea de la revisión del estudio se me ocurrió cuando trabajaba como kinesióloga en una casa de terapia para personas con trastornos por uso de sustancias, y me di cuenta de que la salud física no se consideraba en absoluto en estos tratamientos, aunque la necesidad era enorme”, explicó la autora líder de la investigación, Florence Piché, de la Universidad de Quebec en Trois-Rivières y la Universidad de Montreal, en Canadá.
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“Podemos asumir que los mecanismos son múltiples y multifactoriales”, asegura Piché sobre los hallazgos.
Cuánto ejercicio es válido contra las adicciones
La cantidad de ejercicio involucrado no fue abrumadora. La mayoría de los estudios se centró en el beneficio potencial de la actividad “moderadamente intensa”, realizada durante aproximadamente una hora, tres veces a la semana en el transcurso de aproximadamente tres meses.
¿Más ejercicio conferiría mayores beneficios? Piché señaló que ninguno de los estudios evaluó eso.
En conjunto, los estudios incluyeron poco más de 3,100 participantes. Observaron la relación entre el ejercicio y el riesgo de usar heroína, opioides, cocaína y crack, metadona, marihuana, alcohol o metanfetaminas. Ninguno involucró fumar cigarrillos.
“Participar en la actividad física aumenta los objetivos de las personas para estar saludables. También puede generar una sensación de tipo “eufórico”. Y proporciona cierta estructura a nuestra vida cotidiana”, señala Connie Diekman, consultora de alimentos y nutrición y ex presidenta de la Academia de Nutrición y Dietética.
“La conclusión general fue que el ejercicio parece tener un efecto protector significativo cuando se trata de reducir el uso de sustancias entre los pacientes que luchan contra estos trastornos”, según Diekman, que no participó en la revisión.
Además, aparte de un tercio de los estudios que se centraron en la actividad aeróbica, Diekman anotó que el equipo no desglosó cómo los diferentes tipos de ejercicio podrían afectar de diversas maneras a la adicción.
El 40 por ciento de los estudios incluidos en el análisis se realizó en los Estados Unidos. Alrededor de una cuarta parte se lanzó en China, y alrededor del 8% en el norte de Europa.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 26 de abril de la revista PLOS ONE.