A casi 4 años del hecho que conmocionó al país, comenzó el juicio por jurados contra los efectivos acusados por la muerte de los cuatro adolescentes. Se esperan ocho jornadas en las que declararán 31 testigos.
Esa fatídica noche comenzó alrededor de las 22 del domingo 19 de mayo de 2019. El clima otoñal, pero bastante cálido, se prestaba para salir un rato y uno de los paseos preferidos de los adolescentes en el pueblo era juntarse en la plaza municipal a rapear y escuchar música.
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El primero en salir de su casa fue Danilo, quien cerca de las 22.30 saludó a su papá, agarró su skate y le dijo que iba a ir buscar a Gonzalo hasta su domicilio, a pocas cuadras de allí.
La adolescente no le había dicho que iba a salir, sin embargo, un rato después se juntaron en la plaza con otros amigos. Lo cierto es que, a la medianoche del 20 de mayo, los cuatro jóvenes estaban juntos en el espacio verde ubicado en Alem e Yrigoyen. Todos ellos se conocían del colegio y habían forjado una amistad.
El vehículo tenía sus años y le costaba arrancar. Por eso, les pidió a los adolescentes que lo ayudaran a empujarlo. Tras varios intentos, lo lograron.
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El plan era dar unas vueltas por el barrio, pero lo que iba a ser una salida placentera, pronto se convirtió en una verdadera masacre.
Un llamado al 911, tiros, persecución y muerte
A las 00.30 del lunes, un llamado al 911 ingresó desde un domicilio ubicado en calle Los Horneros, entre Los Mirlos y El Zorzal. Una mujer había escuchado que los perros ladraban insistentemente, y sospechó que algo podría estar pasando. Le mandó un WhatsApp a su marido, un taxista del barrio, para que diera aviso a la policía, y así fue.
A los pocos minutos, dos móviles de la Estación Comunal de Seguridad de San Miguel del Monte llegaron al lugar, pero no vieron nada raro y decidieron salir a patrullar la zona.
Al llegar a la zona de Avenida de La Victoria y Costanera, en la esquina del Camping San Miguel, los policías García y Ecilape pidieron refuerzos porque habían visto un Fiat 147 circulando a muy baja velocidad y “con actitud sospechosa”. El conductor, cuando los vio venir de frente, dio una vuelta en “U” y comenzó a perseguirlos. Ese momento quedó registrado en las cámaras de seguridad.
El momento quedó registrado por las cámaras de vigilancia de la zona. (Video: TN)
Segundos después, otro auto de la policía, que también estaba de recorrida, entró en escena al escuchar que sus camaradas le habían pedido ayuda. En ese vehículo viajaban los agentes Manuel Monreal y Mariano Ibáñez, quienes vieron cómo el auto de los menores venía acercándose de frente por la avenida y decidieron “hacer un cerrojo”.
En ese instante, Monreal se bajó rápidamente del móvil, desenfundó su arma y esperó que los chicos pasaran por al lado suyo para comenzar a disparar. El oficial efectuó dos tiros, uno de ellos impactó en la puerta del acompañante, disparo que hirió a Gonzalo.
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Aníbal, al verse amenazado por los efectivos, quienes arremetieron sin piedad contra ellos, aceleró e intentó escapar, mientras el resto de los ocupantes estaban en estado de desesperación, a los gritos y rogando que todo fuera una pesadilla.
Detrás de ellos venían García y Ecilape a toda velocidad. Los policías encendieron las sirenas y trataron -a toda costa- de frenar la marcha de los jóvenes.
Al llegar a la colectora 9 de Julio, sobre la ruta 3 y Pedro Nolasco López, Aníbal perdió el control del auto y terminó impactando violentamente contra el acoplado de un camión que estaba estacionado a raíz de un desperfecto mecánico.
La polvareda de la derrapada del vehículo se pudo ver desde varios metros del lugar. El auto quedó partido en dos y los cuerpos de los jóvenes tirados al costado del rodado fueron el saldo de la trágica persecución.
Po su parte, Rocío quedó inconciente y fue trasladada al Hospital de Gonnet, para luego ser derivada de urgencia a El Cruce de Varela. A pesar de que inicialmente la dieron por muerta, fue la única sobreviviente y se espera que su testimonio sea clave en el juicio.
“Estamos nerviosos, angustiados y ansiosos”, aseguró la mamá de Rocío a TN. Explicó que su hija todavía siente temor de dar declaraciones y que no está en condiciones de hacerlo. “Le cuesta mucho hablar sobre el caso”, sostuvo.
Uno por uno, quiénes son los policías que van a juicio por la Masacre de Monte
Los principales acusados por la Masacre de Monte son Manuel Monreal, Mariano Alejandro Ibáñez, Leonardo Daniel Ecilape y Rubén Alberto García. Estos son los cuatro policías que persiguieron a los chicos y dispararon contra el Fiat 147 que chocó contra el acoplado de un camión.
Monreal tenía 26 años al momento del hecho. Se bajó del patrullero y realizó dos de los disparos contra el Fiat 147. Con su pistola reglamentaria Bersa Thunder Pro 9 mm, abrió fuego sin piedad y uno de los tiros impactó en el muslo de la pierna izquierda de Gonzalo Domínguez, de 14 años, provocándole una fractura de pelvis. Sin embargo, no falleció a causa del impacto de bala, sino por un paro cardiorrespiratorio por traumatismo de cráneo, de tórax y de abdomen, según consta el certificado de defunción.Ibáñez era oficial Subayudante, tenía 28 años, y era quien manejaba la camioneta Toyota que tenía como acompañante a Monreal. Los investigadores sostienen que habría manipulado el libro de actas en la comisaría.Ecilape es el oficial de 30 años que conducía el otro de los patrulleros (la persecución la iniciaron tres y la terminaron dos), mientras que su acompañante era García.García, el capitán de 52 años, fue otro de los que también disparó su pistola Bersa Thunder. En uno de los videos se lo puede ver sacando medio cuerpo por la ventanilla del móvil policial, donde iba de acompañante.
Ibáñez también está acusado de ser co-autor penalmente responsable del delito de falsedad ideológica de instrumento público.
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Para que todos sean condenados a cadena perpetua, el jurado popular -compuesto por 12 personas- deberá llegar a una conclusión por unanimidad.
Archivos borrados, abuso de funciones y negación de hechos: las claves del juicio
Si bien desde el comienzo las miradas estuvieron centradas en los cuatro policías que participaron de la persecución, la realidad es que hubo más agentes involucrados y todo quedó al descubierto con las irregularidades que surgieron durante la investigación.
Además de los que estarán sentados en el banquillo de los acusados este lunes, hay otros 19 efectivos que también participaron del hecho en calidad de encubridores. Más allá de que estén imputados con otra calificación, todos tuvieron un único fin: que la verdad no salga a la luz.
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José Domínguez, Cristian Righero, Juan Gutiérrez, Melina Bianco, José Duran, Franco Micucci, Nadia Genaro, Marcelo Idarreta y Maia Valiente están acusados de ser “co-autores penalmente responsables de los delitos de falsedad ideológica de instrumento público, encubrimiento agravado, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”.
Julieta Aguilera, Raúl Mauregui y Nelson Rodríguez están acusados de ser “co-autores penalmente responsables del delito atribuido”.
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En tanto Mario Mistretta, Florencia Stanquevicius, Evelin Van Monleghey, Camila Galarza, Marisol Rizzo y Ariel Servia están apuntados por ser “co-autores penalmente responsables de los delitos de encubrimiento agravado, incumplimiento y violación de los deberes de funcionario público”.
El día del hecho, uno de los tíos de Aníbal Suárez estuvo en una reunión con Mistretta y le comunicó sobre la existencia de disparos, aunque el policía negó esta versión.
Varios de los informes que reconstruyeron lo que sucedió esa noche estuvieron tan mal confeccionados al punto de que uno de ellos confirmó la muerte de Rocío Quagliariello, quien terminó siendo la única sobreviviente. Todo esto según consta el documento de elevación a juicio.