El Gobierno reemplazó a Fernando Vilella por Sergio Iraeta en la conducción de la Secretaría de Agricultura, que por impulso del funcionario saliente durante algunos pocos meses se denominó Bioeconomía.
Más allá de los nombres, en el marco del obvio derecho que el Poder Ejecutivo tiene para designar funcionarios de confianza, el desplazamiento de Vilella incluyó modales polémicos. Aunque la salida se venía amasando desde tiempo atrás, el funcionario fue notificado mientras volaba de vuelta a la Argentina tras realizar gestiones oficiales de comercio exterior en Asia.
Nadie del ministerio de Economía, ni su sucesor hablaron sobre el tema. El que intentó una explicación fue el vocero presidencial Manuel Adorni, lo cual deja involucrado a Javier Milei, aunque la decisión se tomó en la órbita del ministro Luis Caputo y su estrecho colaborador Juan Pazo, con relaciones familiares con Iraeta.
Adorni ensayó un comentario amable, nombrando a Villela por su nombre de pila, pero no fue claro al mencionar una cuestión de “objetivos no alineados con los del ministerio de Economía”, con lo cual dejó sobrevolando la idea de que el motivo del cambio sería una supuesta responsabilidad de Vilella sobre el ingreso de dólares del campo, un factor crucial para Caputo y el Banco Central que conduce Santiago Bausili.
En una entrevista con Eduardo Feinmann, en “Alguien tiene que decirlo”, por Radio Mitre, Vilella desestimó que su salida del Gobierno respondía a la intención del Ejecutivo de aplacar el malestar de los productores que no liquidan la cosecha según el ritmo y la magnitud que espera el Gobierno.
Según Vilella, al respecto “es poco lo que puede hacer un secretario, que no tiene nada que ver con las medidas macroeconómicas que hacen que los productores no vendan suficiente, que tiene que ver con la expectativa eventual de una posible devaluación, y de la brecha entre el precio real del dólar y el que reciben los productores».
Y fue directo al sostener que «nunca un secretario puso o sacó retenciones. Eso lo hace una decisión que va de una escala presidencial o ministerial». En ese sentido, se consideró un chivo expiatorio de los resultados que el Gobierno no alcanza.
Adorni también dijo que Vilella decidió renunciar pero el protagonista desmintió que haya querido irse y defendió su gestión. «Me gustaría saber cuáles son las metas que no cumplimos», dijo. Y agregó: «Tengo un informe del trabajo en 180 días y dentro de los límites creo que hemos avanzado. Hemos desregulado infinidad de situaciones, hemos abierto mercados y generado proyectos que estaban esperando que salgan la Ley Bases».
Además, Adorni destacó la condición de productor del sucesor, como una crítica al académico que ejerció durante casi medio siglo en la Facultad de Agronomía de la UBA. En relación a ello, Vilella le contó a Feinmann que conoció a Milei hace un año, cuando en una reunión con importantes productores el Presidente les pidió «un proyecto y gente para trabajar». «Yo represento a los productores que le ofrecieron a Milei mi persona para cubrir ese rol y generé la plataforma que votó el 56% de los argentinos, la plataforma agropecuaria que contenía conceptos de la bioeconomía con ventajas para el desarrollo federal», destacó.
Iraeta se reunió este viernes con la mesa de enlace y ministros de provincias patagónicas por la situación climática que padecen los productores en el sur del país por las intensas nevadas. «Nuestro objetivo como Gobierno es estar cerca de los productores», sostuvo el funcionario, en su primera reunión oficial con los ruralistas.