La primera temporada fue un hallazgo en medio de la avalancha de títulos del streaming, la segunda fue la confirmación de un éxito, la tercera es una exquisitez, que hasta se puede comer de un bocado. El Oso -cuyos nuevos diez capítulos, cortos, estan disponibles en Disney+ desde ese miércoles 17- es más que una serie sobre un cocinero y su mente atribulada. Es un retrato vincular cocido al calor del fuego.

Es de las ficciones que se pueden etiquetar más por “imperdible” que por género. Resultaría escaso decir que se trata de un chef que debió dejar su prestigiosa carrera en Nueva York para reflotar el bolichito familiar de comidas rápidas en Chicago. O que sólo habla de la frustración, de la lealtad, de la muerte, de los conflictos parentales o del emplatado. Todo eso es algo de esta conmovedora pieza del streaming.

En la primera entrega se vio cómo Carmy Berzatto debió dejar la ciudad de sus éxitos para volver al nido, un nido revuelto, de luto, en ruinas. Su hermano había muerto, su local de comida al paso se vino abajo, sus empleados quedaron a la deriva. El protagonista de esta historia que muestra sin piedad las sombras de todas sus criaturas, sin por eso dejarlas a oscuras, es de los que se arremangan y callan más de lo que hablan. Se lo vio tejer relaciones de prepo y honrar la memoria de su hermano.

En la segunda se lo notó comprometido con reinventar el local y el espíritu del lugar. Y en la tercera se produce definitivamente la magia, con un Carmy decidido a hacer de lo heredado el mejor restaurante posible y aspirar a la ansiada Estrella Michelin. Si la consigue o no es anecdótico.

Hermosa relación la de Sydney (Ayo Edebiri) como «sous chef» de Carmy (Jeremy Allen White). Se sostienen desde la admiración mutua.Merece premio por la obstinación, la dedicación, la disciplina, la definición del norte al que intenta rumbear un barco de gente que no estaba a la altura, pero que en estos nuevos episodios acompaña y conmueve.

Titulado Tomorrow, el primer capítulo bucea en la mente y los recuerdos de Carmy sobre los amores, los logros gastronómicos, la tragedia, el arte gourmet, todo hilvanado desprolijamente en una memoria que se acelera y que transmite un tsunami de estados. Llega la calma, el ahora, sentadito en la mesada del nuevo restaurante, al que de a poco van llegando los viejos personajes, cada uno con sus historias, cada uno digiriendo el nuevo manual de estilo de casa: con la lista de “lo no negociable”, la orden de “colaboración activa”, la “no repetición de ingredientes” y la “búsqueda de la excelencia”, entre otras premisas, como que «cada segundo cuenta».

El prestigioso chef que fue está de regreso, con todas las luces. Y tracciona a un grupo de voluntades que saltó de la ‘sanguchería’ al restó de primer nivel, por el que desfilan manjares con pato, con caviar, con cordero al yogur, con pétalos diminutos tomados con pinzas.

Alta tensión entre Richie (Ebon Moss-Bachrach) y su «primo» Carmy (Jeremy Allen White). Hay al menos una pelea por capítulo.Pero no es una pretensión: es un propósito de calidad gastronómica a la par de una implacable calidad audiovisual. Los platos son cuadros. Los gestos en primer plano lo dicen todo. Lo que uno imagina de una cocina comercial tendría sabor a poco. Detrás de esa puerta convive un grupo de gente que se ama, que se ayuda, que se pelea, que se distrae, que se concentra, que se acompaña. Es un grupo de gente rota que busca curar viejas heridas.

Como la de la mano del gran Carmy Berzatto, el chef que permite el lucimiento actoral de Jeremy Allen White, capitán de un equipo de actores con el que forma un dream team fuera (dentro) de serie.

Jeremy Allen White se luce en esta serie que ganó seis premios Emmy en este 2024.El equipo de El Oso forma también con Ayo Edebiri como Sydney, su sous chef, su mano derecha, sus pies en la tierra de las creaciones culinarias. Con Liza Colon-Zayas como Tina, la vieja cocinera que pone todo para aggiornarse y ser capaz de convertir una salsa aplastante en una acuarela al plato. Con Ebon Moss-Bachrach como Richie, el “primo” de Carmy con quien sigue dirimiendo antiguas rivalidades y que ahora está a cargo del salón, con Abby Elliot como Natalie, la hermana del chef, que lleva las cuentas y carga con buena parte de la historia.

Y con Oliver Platt como el tío Jimmy, quien invirtió dinero para que el restaurante fuera lo que es, a pesar de no entender el ambicioso menú de su sobrino que cambia día a día, siempre con lo gourmet como trampolín delicioso. Y siguen las firmas de los personajes, algunos de los cuales aportan pequeñas dosis de humor para aflojar ciertos momentos del alta tensión. Y en varios episodios participa Olivia Colman, una de las reinas de The Crown.

El Oso es, definitivamente, el plato diferente en la carta del streaming.

Ficha

Calificación: Muy buena

Drama Protagonistas: Jeremy Allen White, Ayo Edebiri, Ebon Moss-Bachrach y Oliver Platt, entre otros Creación y dirección: Christopher Storer Emisión: Diez episodios disponibles en Disney+ (también están las dos primeras temporadas).