jueves, 24 de octubre de 2024 17:40
Mariela Zachetti, secretaria de Extensión y docente de la Facultad de Psicología, invitó a reflexionar sobre el papel que desempeñan padres, abuelos y tíos en la vida de los niños. En el marco del mes de la salud mental, destacó la importancia de promover y cuidar el bienestar infantil.
El hogar como espacio fundamental
En una entrevista, Zachetti subrayó que es crucial analizar el entorno en el que crecen los niños, no solo desde la perspectiva material de la vivienda, sino también desde el ámbito familiar. “La familia es el lugar donde el niño crece y donde se produce el ser humano y conoce los hábitos”, afirmó.
La especialista enfatizó que no se puede tener hijos sin considerar la vida que llevan. “Los chicos ponen el cuerpo, son como esponjitas, y las emociones que circulan en el hogar las atraen de alguna manera, manifestando el malestar”, explicó.
El malestar infantil y su expresión
Desde la infancia, los trastornos pueden manifestarse en funciones biológicas como el sueño y los esfínteres. En este sentido, la psicóloga mencionó que “mientras más pequeños, más ponen el cuerpo para expresar lo que les pasa”. Por eso instó a estar atentos al malestar que se presenta en forma de miedos y pesadillas.
Desde la pandemia, los consultorios que atienden a niños se han visto desbordados. “Llegan con berrinches, pataleos y caprichos, y salen hablando, pensando y dilatando la acción”, comentó la especialista y resaltó la importancia de que los niños siempre cuenten con un adulto que los escuche.
En ese sentido, valoró el accionar de padres que acuden a los consultorios en busca de ayuda, pese a los miedos y la desesperación.
Por caso, desde la Facultad han estado desarrollando consultas, para acompañar a padres y maestros. “Tenemos muchos programas que apoyan en las crianzas”, agregó.
La importancia de los terapeutas infantiles
Zachetti explicó que los niños no son el resultado directo de sus padres, ya que están en contacto con otros en la escuela, donde transforman lo que reciben en un mundo nuevo. Por eso es que muchas veces precisan de la ayuda de los terapeutas especializados en niños.
La desesperación de los padres surge cuando enfrentan situaciones que no pueden resolver. “Ese es el límite, el borde, y ahí hay que pedir ayuda”, aconsejó.