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Las recomendaciones necesarias para protegerse del frío en medio de la ola polar

lunes, 8 de julio de 2024 13:40

En las personas mayores la exposición al frío extremo por tiempo prolongado puede aumentar la presión arterial y el riesgo de eventos cardiovasculares, hipotermia o agudizar dolores articulares.

Los consejos esenciales que acerca el doctor Rodrigo Mauna (MN 144.722), experto en Clínica y Adultos Mayores, son los siguientes:

Tener el calendario de vacunación actualizado. La antigripal (se da anualmente), la del covid (podrían subir los casos en esta época) y la antineumocócica (contra la neumonía). Tener una calefacción adecuada y no sobrecalentar los ambientes. Controlar que los artefactos que se usan funcionen correctamente. Siempre dejar abierta alguna ventana (al menos 5 cm) para ventilar el ambiente. Salir de la casa en los horarios cercanos al mediodía y en la media tarde, que son los menos fríos. Cuidar la alimentación: tener una dieta con buena cantidad de calorías y proteínas. También es importante la buena hidratación. Evitar las visitas que tengan algún síntoma respiratorio: tos, congestión nasal o dolor de garganta. Evitar usar mantas eléctricas para calentar las camas porque existe riesgo de cortocircuito. La bolsa de agua caliente solo debe usarse para calentar la cama antes de acostarse, pero no se debe dormir con ella. Independiente de la edad, en aquellas personas que padezcan enfermedades crónicas como asma y otras patologías respiratorias, el aire muy frío puede desencadenar crisis asmáticas y cuadros respiratorios agudos, por lo que se recomienda cubrir pecho, cuello, boca y nariz utilizando bufandas para salir al aire libre. Abrigarse bien, ¿nos protegerá de los resfríos?

No siempre abrigarnos bien nos protegerá de los resfríos ya que, aunque es cierto que, si tenemos menos frío nuestras defensas funcionarán mejor, si estamos en interiores, sin pasar frío y en contacto con virus, poco nos protegerá un buen sweater.

De hecho, ir demasiado abrigado puede llegar a ser incluso contraproducente: “Es necesario abrigarnos para protegernos del frío, pero un exceso de abrigo puede provocar sudoración, lo que se traduce en un cambio brusco de temperatura y, por tanto, resultar perjudicial”, aclara Cristina Fernández, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento (CIM), de España.