12 de julio de 2024 – 01:15
Antes de convertirse en uno de los cardiocirujanos más prestigiosos del mundo, el doctor René Favaloro ejerció como médico rural en Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de la provincia de La Pampa. En ese ámbito aprendió los secretos del oficio y fue en esa época en la que se formó como un profesional con alta sensibilidad social.
En homenaje precisamente a Favaloro se celebra todos los 12 de julio, fecha en la que nació en 1923, el Día Nacional de la Medicina Social.
La Medicina Social es un campo de la medicina que busca abordar los aspectos sociales, económicos y culturales que influyen en la salud de las personas. Y procura un enfoque integral y equitativo en la atención médica. Su propósito central es lograr garantía de acceso de todas las personas, más allá de su condición social o el lugar en el que vivan, a una atención médica de calidad. Y por sobre el tratamiento de enfermedades, prioriza la prevención de ellas y un estilo de vida saludable.
Para reforzar el objetivo del acceso universal al derecho a la salud, Favaloro escribió: “Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías”.
Hay otro médico rural que la historia argentina rescata por su profundo compromiso y vocación de servicio a los sectores sociales más vulnerables. Se trata del doctor Esteban Laureano Maradona, que nació el 4 de julio de 1895 en Rosario. En su honor, por ley nacional 25.448 del año 2001, todos los 4 de julio se celebra en la Argentina el Día del Médico Rural.
El doctor Maradona desistió de las comodidades de la vida urbana y se radicó en la localidad formoseña de Estanislao del Campo, donde habitaban comunidades indígenas de tobas, matacos, mocovíes y pilagás, a las que ayudó permanentemente desde su rol profesional y también desde una perspectiva humana, económica, cultural y social.
“Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión -reflexionó el médico sobre su vocación-, éste es bien limitado, yo no he hecho más que cumplir con el clásico juramento hipocrático de hacer el bien a mis semejantes. Muchas veces se ha dicho que vivir en austeridad, humilde y solidariamente, es renunciar a uno mismo. En realidad ello es realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue creado”.
En épocas en las que todas las actividades humanas están condicionadas por los criterios de rentabilidad del mercado, incluidas las vinculadas con una ocupación tan noble como la medicina, destacar el trabajo de dos profesionales que han consagrado su vida al compromiso con sus semejantes, como los doctores René Favaloro, en cuyo homenaje se celebra el Día de la Medicina Social, y Esteban Laureano Maradona, que ha dado lugar a la celebración del Día del Médico Rural, es una justa manera de resaltar los valores de la solidaridad y la empatía por el dolor ajeno.