Este es un trabajo que llevan adelante la Secretaría de Ambiente, la Subsecretaría de Tránsito, la Policía Rural y la Subsecretaría de Gestión Ambiental. En cada intervención, participan agentes policiales y un médico veterinario que constata el estado de salud del animal. Además, interviene una asistente social en el caso de que, al momento del secuestro, haya menores de edad arriba del carro y se informa a la Línea 102.
En uno de estos controles, el jueves por la noche, se identificó y se secuestró un vehículo que era tirado por un caballo, en la intersección de las calles Santa María de Oro y Salta. Darío Sardi, subsecretario de Tránsito y Transporte, explicó que los agentes que se encontraban a cargo del control labraron el acta correspondiente y retiraron el vehículo de circulación, mientras que la Policía Rural se encargó de remover al equino de la vía pública. En este caso, el animal se encontraba en buen estado, por lo cual la persona que acredite la propiedad del mismo lo podrá recuperar.
Trabajo progresivo
Sobre este tipo de controles que comenzaron en mayo de este año, el subsecretario de Gestión Ambiental, Matías Chávez, explicó: “Nuestra intención fue hacerlo progresivo, en diferentes etapas; primero procedimos al secuestro de animales sueltos, después hubo un proceso de educación y concientización con respecto al cuidado animal y en este mes comenzamos con los operativos más rigurosos de prohibición de tracción a sangre animal”.
“La ciudadanía desde hace mucho tiempo pide que se encuentre una solución definitiva, por eso es que lo hicimos en diferentes fases, progresivo y con cada paso que damos es un paso sólido hacia la erradicación final de la tracción a sangre animal. Es una decisión política y agradecemos al Intendente el apoyo total con respecto a este tipo de operativos desde el primer día, porque creemos que este es el camino”, aseguró Chávez.