La Plaza 25 de Mayo está abierta para todos y, entre las distintas novedades que saltan a la vista en su restauración, el gran patrimonio de arte plástico plasmado en distintos espacios de su extensión es de lo que más atrae la atención quienes la visitan.
Germán Toloza, sobre su técnica que causó un revuelo entre los visitantes, porque hubo algunos que por desconocimiento pensaron que se trataba de que la pintura se había corrido con el agua de lluvia, explicó: “Mi técnica pictórica tiene que ver mucho con el juego, dejar ir la mano y dejar que la expresión artística fluya, con las herramientas y con las pinturas, eso va dejando una mancha muy intuitiva y hasta casi casual que expresa un sentimiento de libertad muy fuerte; sobre esas manchas yo hago ilustraciones muy concretas con pintura plena, utilizando mucho impacto de color y esto crea una atmósfera que divaga entre los sueños y la realidad, eso me gusta mucho y lo utilizo la mayoría de la veces en todas mis obras”.
Este artista lleva más de una década de carrera. Su obra, que inicialmente era exhibida en formatos tradicionales, luego fue conquistando también espacios en el mundo digital. En su rica historia nunca había tenido la posibilidad de ser convocado por una institución del Estado para poder plasmar su arte en el espacio público.
En este caso, y ante la decisión del gobierno de la ciudad que encabeza Gustavo Martínez de jerarquizar a los valores de nuestra Provincia, formó parte de este ambicioso proyecto; sobre el que dijo: “La participación de los artistas en espacios públicos me parece siempre necesaria; el acercamiento de la sociedad con la construcción artística contemporánea establece un diálogo necesario para crecer como comunidad”.
Con la máxima de que “el lenguaje visual está en constante movimiento”, Toloza explicó que su trabajo responde a una “estética es claramente pop”. “Son ilustraciones con mucha fuerza desde el color y desde el peso de las mismas; también creo mucho en el poder de la simpleza para expresar mensajes que tienen que ver con la ecología y sacar adelante aquellos viejos valores, a veces perdidos en la sociedad moderna”.
Para ello, según contó, por un lado utilizó a un personaje creado por él que llama “la soñadora”. “Es un homenaje a la mujer argentina, a su fortaleza, a su creatividad, es una luchadora y está siempre pensando en un mañana mejor; el mensaje de mi obra siempre es muy positivo, tiene que ver con la libertad, con los sueños, con las buenas costumbres y con los buenos valores que me inculcaron en mi hogar”, insistió.
Además, en otro de sus enfoques también se dedicó a “todo lo que tiene que ver con la fauna litoraleña, sobre todo con animales en peligro de extinción como el Aguará Guazú y el Yaguareté”.
Familia y empatía
Según cuenta, en general, pero particularmente en el trabajo plasmado en la plaza ha tratado de transmitir esos mismos valores que también busca inculcar a “Manu” y “Vicen”, como él mismo llama a sus hijos; con la familiaridad de la abreviatura que también utiliza al hablar de su esposa “Nati”. “El concepto de familia está muy presente en mi obra”, repite.
Para una Ciudad que ya es reconocida como la Capital Nacional de las Esculturas por contar con un patrimonio único en el mundo, esta irrupción del arte plástico callejero como elemento de construcción de identidad aparece como un aporte más de la Municipalidad de Resistencia. “Hoy va todo muy rápido y por ahí nos olvidamos de algunas cosas, como pensar en el prójimo; la empatía, que para mi es muy importante y ante todo la libertad de pensamiento”, finalizó.