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España se reivindica y golea a Serbia en una lección de ética en Córdoba

Hizo lo que había que hacer y del modo en que había que hacerlo. La selección española dio una lección de ética profesional en El Arcángel, donde logró una merecida victoria ante Serbia que le sirve para garantizar su pase a los cuartos de final de la Liga de Naciones, competición en la que es vigente campeona. Ese era el objetivo y lo cumplió. Además, adornó su actuación con un toque reivindicativo: los que salieron a escena en lugar de los habituales dieron la talla. Era la tercera vez en más de un siglo que no había en el equipo ningún futbolista del Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. Un síntoma de los nuevos tiempos y una muestra de que los jugadores españoles, desperdigados por el mundo, están en un primer nivel. Fue una noche cargada de mensajes y con un nombre, el de Álvaro Morata, que ejemplificó la trama del partido. Acumuló ocasiones, erró un penalti, insistió… y terminó decidiendo el marcador con un tanto que deja su nombre para siempre en el recuerdo de los cordobeses que asistieron al histórico primer partido oficial de la selección en El Arcangel.

Con cambios

De la Fuente apostó por retocar el lateral izquierdo dando entrada a Cucurella por Alejandro Grimaldo, colocando a Mikel Merino en el centro del campo en lugar de Pedri y cubriendo la ausencia por una sobrecarga muscular de Lamine Yamal con Álex Baena. No movió a Fabián Ruiz, que acabó con molestias el partido ante Dinamarca en Murcia, y mantuvo en el once al sevillano, un referente absoluto para el seleccionador en su esquema y un talismán: España nunca perdió cuando él estuvo en el campo. «No podemos jugar siempre a lo que proponen Lamine y Nico», dejó dicho en las vísperas De la Fuente, que improvisó un plan sin extremos puros y con otro tipo de soluciones ofensivas para quebrar la resistencia de un bloque duro como Serbia, con menos talento individual que en otros tiempos pero con el gen competitivo intacto. Se jugaban su carta para seguir vivos en la Liga de Naciones y salieron ultramotivados. Dragan Stojkovic, que en su día torturó a España como jugador -le marcó un doblete en el Mundial 90 con la antigua Yugoslavia-, aspiraba a reeditar sensaciones desde su nuevo rol.

El primer golpe

La puesta en escena no dejó espacio a la sorpresa. Los serbios, atrincherados; los españoles, intensos. Antes de primer minuto forzaron el primer córner. La presión alta de España incentivaba la vocación serbia de protegerse. Hasta que se produjo el primer descosido… y no tardó demasiado. Aymerich Laporte conectó un cabezazo desde dentro del área que fue imposible para Rajkovic. El 1-0 metió el duelo en una nueva dimensión, forzando a Serbia a tomar decisiones. España se sintió poderosa. Fabián, en una acción individual por la banda, burló a su marcador y lanzó un centro raso que detuvo el meta serbio con dificultades. La energía del ambiente, con el público predispuesto a la fiesta y una lluvia torrencial, alimentó la seguridad de La Roja para gobernar la situación.Pedro Porro y Cucurella iban con valentía por los costados y buscaban con sus centros a Morata, muy implicado en la presión. Los nervios estaban en el lado serbio. Su plan de partido se había roto.

España-Serbia, las imágenes del partido en El Arcángel

España-Serbia, las imágenes del partido en El Arcángel / Manuel Murillo

Oyarzabal rozó el segundo al cuarto de hora, en una penetración por la banda en la que intentó picar por encima de Rajkovic, que desvió con una mano a córner. Tras el saque de esquina, Mikel Merino la empaló para estrellar el balón en el poste. El asedio era claro. El centrocampista del Arsenal volvió a disfrutar de otra oportunidad tras un servicio de Cucurella. Las llegadas eran constantes bajo un cielo que descargaba agua sin parar.

Una colección de ocasiones

Zubimendi llevó a la práctica las recomendaciones de De la Fuente, que le instó a tomar responsabiidades en ataque. Hizo el gol de la victoria ante Dinamarca y estuvo a punto de rubricar uno de fantasía a la media hora en Córdoba. Agarró el balón en su campo, progresó sorteando adversarios y aprovechando el aclarado de sus compañeros y finalizó la acción con un disparo que salió lamiendo la escuadra. España opositaba al gol; Serbia resistía buscando a Mitrovic, su hombre más incisivo. No se alocaron los balcánicos, más preocupados de no encajar el segundo que de buscar el empate. Con mentalidad parasitaria, quisieron vivir de los errores de España, pero no los hubo o fueron solventables.

«Morata, Morata…», cantó la grada para alentar al delantero, que tuvo una clarísima en el minuto 41 tras un centro largo de Cucurella que remató picado de cabeza para que Rajkovic despejara con muchísimos apuros. España tuvo la posesión del balón, el ritmo y las oportunidades. Se marchó al intermedio con un marcador corto, que no colmaba sus pretensiones ni premiaba su control sobre una Serbia que salvó el pellejo de modo milagroso.

España - Serbia

Fabián, en el España-Serbia en Córdoba. / Efe

La selección, a lo suyo

Serbia metió a Grujic para buscar remedio en un centro del campo monopolizado por España, y también salió el ex madridista Jovic para buscar algo en el área local. España siguió a lo suyo. Fabián la tuvo en una acción en la que quiso finalizar sin ver a Oyarzabal a su lado. Y apenas unos segundos después, Morata realizó un control espectacular que no pudo completar con un disparo atinado. El poder de intimidación era claro, pero de ahí no pasaba. En el 51, un disparo de Pedro Porro pegó en el brazo de Bigmancevic, que se lanzó a ras de césped para interceptar el balón. El polaco Stefanski se fue al punto de penalti. Morata agarró el balón, lo colocó, le pegó con la derecha… y lo lanzó por encima del larguero. En el minuto 54, la afición entonó el himno del Córdoba para mitigar el bajonazo. El equipo se enrabietó. Oyarzabal cabeceó fuera un buen centro de Cucurella y Morata un doble disparo que le sacó Rajkovic.

Era una bella batalla. Serbia aguantaba como buenamente podía y España golpeaba una y otra vez, especialmente con centros laterales. Lo corto del marcador provocó una situación de miedo: Mitrovic no definió bien en una contra y en el graderío se pararon ls pulsos. Y surgió el capitán. Fabián le dio un pase medido y Morata, con un toque sutil, la colocó en la escuadra. El festejo estuvo a la altura de las circunstancias. El madrileño cerró los ojos y se tocó la sien mientras la celebración retumbaba por toda la ribera del Guadalquivir.

ESPAÑA - SERBIA

Luis De la Fuente junto a Cucurella, en El Arcángel durante el España-Serbia. / Efe

Después de la expulsión de Pavlovic tras derribar a Oyarzabal, el panorama se aclaró para España. La consiguiente falta la ejecutó de modo magistral Álex Baena para hacer el tercero de la noche. De la Fuente dio paso a Joselu y Bryan Zaragoza para un último tramo que olía a fiesta. Pedri mandó un tiro al larguero. Pudo llegar alguno más, pero el trabajo ya estaba hecho. Se quedó una buena noche en El Arcángel.

Ficha técnica

3 – España: David Raya, Pedro Porro, Laporte, Vivian (Pau Cubarsí, 81′), Cucurella, Zubimendi, Mikel Merino (Pedri, 64′), Fabián (Aleix García, 81′), Álex Baena (Bryan Zaragoza, 76′), Oyarzabal y Morata (Joselu, 76′).

o – Serbia: Rajkovic, Nedelkovic (Cumic, 64′), Erakovic, Milenkovic, Pavlovic, Birmancevic, Nemanja Maksimovic, Zdjelar (Maksimovic, 64′), Samardzic (Grujic, 46′), Dejan Joveljic (Luka Jovic, 46′) y Mitrovic (Simic, 76′).

Árbitro: Daniel Stefanski (Polonia). Amonestó con tarjeta amarilla al español Oyarzabal y a los serbios Erakovic, Milenkovic y Mitrovic. Roja a Pavlovic en el minuto 75.

Goles: 1-0 (4′). Laporte. 2-0 (65′) Álvaro Morata. 3-0 (75′) Álex Baena.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Nacionesl, disputado en el Estadio El Arcángel de Córdoba. Lleno. 20.345 espectadores.

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