A paso firme, investigadores de la Policía de Córdoba y de la Justicia provincial trabajan para dar con todos los integrantes de la banda que, madrugadas atrás, logró hacerse de $ 50 millones en efectivo (entre moneda nacional, dólares y euros) tras un robo en una concesionaria en la ciudad de Villa Carlos Paz, en el Valle de Punilla.
Fue un golpe boquetero que, como todos los de su clase, se concretó en fin de semana largo. Ocurrió hace un par de semanas cuando no había nadie.
Tras “cortar” una caja fuerte con amoladora, entre otras herramientas, la banda se hizo del efectivo. No fue un trabajo “prolijo”, según destacó una fuente de la pesquisa.
En las últimas horas, tras una serie de allanamientos simultáneos, pesquisas de la Departamental Punilla de la Policía detuvieron a dos sospechosos. Uno es cordobés; el otro chileno. Roque Savid tiene 23 años. Aldo Moya, 28.
La pesquisa continúa. En parte para dar con el resto de los sospechosos, de quienes ya hay datos. Y en parte también para identificar y atrapar a la persona que aportó datos a la banda.
En el seno de la pesquisa es que, como suele suceder también en esta clase de golpes, alguien ofició de entregador para con el grupo.
Sobre todo por la forma y por dónde entró la banda de ladrones y, principalmente, por el conocimiento que tenían sobre la existencia de ese dinero en la caja fuerte durante todo un fin de semana, producto de la venta de rodados.
El caso se agrega a una serie de robos similares en la provincia: ladrones que entran de noche a empresas/distribuidoras en Capital u cooperadoras o firmas agrícolas en el interior y, tras neutralizar medidas de seguridad, logran reventar las cajas fuertes en las que se guardan fuertes sumas de dinero.
Al consultar entre fuentes policiales y judiciales no hay posturas definidas respecto a si se trata de una misma banda o si son un par de grupos que han aprendido el oficio de romper paredes y abrir cajas fuertes con “lineamientos” aportados por un par de “expertos”.
Respecto al último golpe, todo sucedió entre la noche del 13 y la madrugada del 14 de octubre en una conocida concesionaria ubicada en avenida Cárcano al 600 de la villa serrana. Una zona comercial de alto movimiento pero que esa madrugada estaba desierta.
Al menos, cuatro ladrones llegaron al predio en dos autos (un VW Vento y un Fiat Punto) que estacionaron en las inmediaciones. Con datos precisos, los asaltantes hicieron un boquete en un muro posterior.
Contaban con un punto a su favor: justo esa madrugada la alarma no estaba conectada, según fuentes del caso.
No está claro si fue un olvido o si bien el sistema tenía fallas.
Lo concreto es que el grupo ingresó sin problemas y, con toda impunidad, se dirigió a una oficina donde se encontraba la caja fuerte.
Durante dos horas, los ladrones estuvieron “trabajando” para cortar el cofre de metal y hacerse de los fajos.
Fuentes del caso indicaron que se alzaron con euros, dólares y pesos argentinos por un monto cercano a los $ 50 millones. Además, sustrajeron otros elementos de la firma.
“No fueron tan prolijos ni miembros de una súper banda como ya supimos tener alguna vez”, comentó un vocero de la pesquisa.
Algunas cámaras de seguridad captaron a los boqueteros.
El robo fue descubierto el lunes cuando los dueños llegaron a abrir.
“Esto ocurrió un lunes posterior a un feriado, justo hubo operaciones que se cerraron un jueves por la tarde. Por ese motivo había efectivo, sino, no hubiesen encontrado nada”, le dijo Daniel Gómez, el dueño, al portal Carlos Paz Vivo. “Tuvieron un estudio previo muy minucioso de la parte edilicia y de los movimientos de la empresa”, añadió el comerciante refiriéndose a los ladrones.
La pesquisa se basó en un profuso trabajo basado en análisis de filmaciones de cámaras, rastreos tecnológicos y recolección de testimonios, entre otras medidas investigativas.
Autos, guantes y zapatillas
Así las cosas, en las últimas horas policías de Punilla, con apoyo de grupos especiales allanaron domicilios en Carlos Paz y detuvieron a los dos sospechosos (Roque Savid y Aldo Moya).
En esos procedimientos se incautaron $ 8.690.500, 240 dólares y 1.060 euros, ocho celulares, tarjetas SIM y dos vehículos. Uno es un Vento, otro un Fiat Punto; idénticos a los usados en el golpe, según voceros de la Policía.
También se secuestraron dos pares de guantes y tres pares de zapatillas, además de ropas, presuntamente usados en el golpe.
La causa prosigue. La fiscal Gómez ha dado varias directivas.