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En el Brasileirao, Flamengo venció 2-1 a Criciúma gracias a un penal sancionado por el uso de una segunda pelota en el campo de juego, en una de las jugadas más insólitas del fútbol reciente.

sábado 20 de julio de 2024 20:40Claudio Segura

@FIDELSEGURA

El fútbol brasileño fue protagonista de una de las situaciones más insólitas. En una nueva jornada del Brasileirao, Flamengo se enfrentó a Criciúma en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, ante una multitud de hinchas del Mengao. Lo que llamó la atención en este partido no fueron los goles ni la afición, sino una curiosa jugada reglamentaria que desconcertó a todos los presentes.

El encuentro estaba empatado 1-1 en los minutos finales, con goles de Fagundes para Criciúma en el minuto 35 del primer tiempo y Pedro para Flamengo en el minuto 31 del segundo tiempo. Flamengo, bajo la dirección del prestigioso Tite, buscaba desesperadamente el gol de la victoria.

Durante un ataque del Flamengo, Everton ingresó al área con una clara oportunidad de gol. Sin embargo, el defensor Barreto de Criciúma aprovechó la presencia de una segunda pelota en el campo y la pateó para que impactara contra la pelota en juego, frustrando así el remate de Everton. Esta acción, que parecía más una jugada de billar que de fútbol, dejó a todos atónitos.

El árbitro del encuentro, Maguielson Lima Barbosa, no dudó y sancionó penal a favor de Flamengo, ante las protestas vehementes de los jugadores de Criciúma. La decisión del árbitro fue correcta según la regla 12 del reglamento de la International Board, que establece que lanzar un objeto contra el balón, un adversario o un árbitro, o golpear el balón con un objeto, se sanciona con tiro libre directo. En este caso, el objeto fue la otra pelota.

Gabigol, el delantero estrella de Flamengo, se encargó de ejecutar el penal y no falló, dándole a su equipo la victoria por 2-1. Este gol permitió a Flamengo consolidarse como escolta de la liga local, a cinco puntos del líder Botafogo, que tiene un partido más.

Para Criciúma, esta fue su séptima derrota en 16 encuentros, complicando su lucha por la permanencia. El equipo de Santa Catarina no solo perdió el partido, sino que también se llevó a casa una lección sobre un apartado poco explorado del reglamento de fútbol.