El escabeche es una técnica de conservación de alimentos que se ha transmitido de generación en generación, y su variante de cordero se ha convertido en un plato emblemático en diversas culturas alrededor del mundo. En esta nota, exploraremos no solo la receta básica para preparar un delicioso escabeche de cordero, sino también el contexto histórico y cultural que lo rodea.
El escabeche de cordero es una opción perfecta para quienes buscan un plato sabroso y lleno de matices. Su preparación combina ingredientes simples pero potentes que realzan el sabor de la carne.
Aquí te compartimos una receta paso a paso para que puedas disfrutar de esta delicia en tu hogar.
Ingredientes: 1 kg de cordero (pierna o paletilla), 2 cebollas grandes, 4 dientes de ajo, 2 hojas de laurel, 1 taza de vinagre (puede ser de vino blanco o de manzana), 1 taza de aceite, 1 cucharadita de pimentón dulce, sal y pimienta al gusto, 1 zanahoria (opcional), 1 pimiento rojo (opcional).
Preparación:
Sellar la carne: Comienza por cortar el cordero en trozos y dorarlo en una sartén con un poco de aceite. Esto ayudará a sellar los jugos y aportar un sabor más intenso.
Sofrito de verduras: En la misma sartén, agrega las cebollas picadas y el ajo machacado. Sofríe hasta que estén transparentes. Si decides usar zanahoria y pimiento, agrégalo en este paso.
Añadir el cordero: Incorpora nuevamente los trozos de cordero a la sartén. Agrega las hojas de laurel, el pimentón dulce, sal y pimienta al gusto. Mezcla todos los ingredientes.
Marinar: Vierte el vinagre sobre la mezcla y asegúrate de que cubra bien la carne. Puedes añadir un poco de agua si es necesario. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la carne esté tierna y haya absorbido todos los sabores.
Enfriar y Reposar: Una vez cocido, retira del fuego y deja enfriar. El escabeche se debe refrigerar por al menos 24 horas para que los sabores se intensifiquen.
Este escabeche no solo es ideal para una comida familiar, sino que también es perfecto para celebraciones y reuniones. Servido frío o a temperatura ambiente, se convierte en un manjar que despierta los sentidos y evoca tradiciones.