La fragmentación de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y el traspaso a Catalunya de las funciones de gestión, recaudación e inspección de todos los impuestos estatales vinculados a contribuyentes catalanes -tal como se prevé en el acuerdo entre el Gobierno y ERC para una «financiación singular» en Catalunya- dañará la lucha contra el fraude fiscal e impedirá el desarrollo de más de una decena de grandes programas de lucha contra defraudadores. Esta es solo una de las conclusiones que se han puesto sobre la mesa este viernes, en el marco del 34 Congreso de Inspectores de Hacienda, en Córdoba, donde el colectivo ha clamado contra la ruptura de la actual base de datos única de información de la AEAT, por más que la directora general del organismo, Soledad Fernández, les había pedido «tranquilidad» el día anterior.
«No podemos permitir la ruptura de la Agencia Estatal, o su desaparición por no defenderla como se merece, ni la dejación de las funciones que tiene encomendadas, que es la aplicación del sistema tributario estatal y del aduanero», ha remachado este viernes la presidenta de la asociación Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), Ana de la Herrán.
La presidenta de la asociación ha aprovechado la presencia en el congreso del secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, -a la sazón, presidente de la AEAT-, para preguntarle «qué actuaciones va a seguir para defender la unidad de la Agencia y para evitar que por el capricho de unos pocos esto ser rompa y desaparezca y con ella, todos nosotros detrás».
Y Gascón ha querido tranquilizar al colectivo hablando de «colaboración» y de «trabajo en red»: «Tenemos que ir a un modelo en el que aprovechemos las economías de escala que ya tenemos y que eso sea compatible con que haya distintos niveles de administración, porque si no, la gestión del sistema tributario será más complicada. No concibo otro modelo posible. Y ese es el modelo que iremos concretando a lo largo de los próximos meses y de los próximos años». Gascón, además, ha juzgado «equilibrado» el grupo de expertos creado por la Generalitat para avanzar en propuestas para una «financiación singular» para Catalunya.
La clave está en los datos
«Nuestra joya es la información de la que disponemos. Si se rompe la base de datos única no vamos a tener la información de Catalunya, igual que ahora no tenemos la de País Vasco y Navarra», había lamentado el inspector José María Peláez en el transcurso de una mesa de debate sobre ‘Los modelos descentralizados en el ámbito de la financiación territorial’. Peláez citó más de una decena de actuales programas de lucha contra el gran fraude fiscal que se verían perjudicados por la fragmentación de la AEAT. Entre ellos, los que se refieren a deslocalización de personas físicas (artistas y deportistas, entre otros), grandes patrimonios, programa sociedades-socios, grupos consolidados, empresas multinacionales, fraude organizado (hidrocarburos, deslocalización de empresas…), fiscalidad internacional, control aduanero y de contrabando o los servicios centrales que prestan unidades como la poderosa Oficina Nacional de Investigación del Fraude (Onif) a todos los territorios.
Algunos números
Sobre la posible pérdida de eficiencia de una agencia tributaria fragmentada, a modo de ejemplo, el inspector Francisco de la Torre (exportavoz de Economía del grupo parlamentario de Ciudadanos) explicó que tanto País Vasco como Navarra recaudan por IVA «mucho menos de lo debido». En particular -dijo- Navarra recauda 400 millones, cuando debería ingresar 1.400 millones. «Si esa proporción se extendiese a Catalunya faltarían 13.000 ó 14.000 millones a la recaudación», ha estimado. En la misma línea, De la Torre también destacó que en Alemania, donde la administración tributaria está descentralizada, el incumplimiento en el IVA es muy elevado.
Los inspectores también apuntaron que la fractura de la AEAT tendría implicaciones sobre otros servicios sociales que se articulan a través de este organismo, como algunos relacionados con la gestión del ingreso mínimo vital (IMV) o medidas para madres trabajadoras. Además, han expresado su inquietud por el anuncio del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, sobre prontos avances en su propósito de «multiplicar por cuatro» los recursos de la Agència Tributària de Catalunya, pues ven en ello la absorción de los casi 4.000 funcionarios de la AEAT en la comunidad catalana.
En la misma mesa de debate sobre modelos descentralizados de financiación territorial, el catedrático de la Universidad del País Vasco, Ignacio Zubiri Oria, y el director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente, criticaron el propósito de trasladar a Catalunya un modelo similar al del concierto económico que rige en el País Vasco y en Navarra, donde las administraciones territoriales recaudan los tributos y luego traspasan una cantidad al Estado por los servicios no transferidos.
Zubiri ha estimado entre 18.000 y 25.000 millones la recaudación adicional que podría obtener Catalunya bajo diferentes supuestos teóricos de aplicación de un modelo de financiación similar al del País Vasco. «Euro que saque Catalunya, euro que pierden los demás, en gasto o en impuestos», sentenció el catedrático vasco.
De la Fuente puso sobre la mesa otras cifras. Según los cálculos de Fedea, el acuerdo entre el Gobierno y ERC para una financiación singular en Catalunya llevaría a recortar la aportación de esta comunidad al resto del Estado en «entre 6.500 y 13.000 millones de euros», lo cual la situaría como «la comunidad de régimen común con mayor financiación por habitante, acercándose a Navarra». Según el director de Fedea, eso iría en detrimento de comunidades con una financiación menor de la que ahora recibe Catalunya.