Otra losa de realidad. El Córdoba CF tampoco pudo alcanzar su mejor versión, el planteamiento esperado ni, por ende, el triunfo, en la reanudación del encuentro frente al Racing de Ferrol en El Arcángel (1-2), choque con claros tintes emocionales de fondo, la permuta de Germán Crespo por Manuel Mosquera en el banquillo, también el recuerdo del «caso Gudelj» en el aire, aunque una vez más, marcado por la total inoperancia de una escuadra blanquiverde que dimite de la lucha por la fase de ascenso, o al menos lo hace prácticamente. «Queda afrontarlo, aceptarlo. Aceptar que hemos perdido. Podemos analizar el partido desde muchas vertientes, pero lo que pesa es que hemos perdido. No se pueden poner excusas», señaló el preparador tras el choque frente a los ferrolanos.
Las cuentas para el ‘play off’
Tras el revés, lo que queda es un contexto incierto para el Córdoba CF, separado por seis puntos de los puestos con acceso a la fase de promoción y con un total de 12 tan solo en juego. «Debemos afrontar la situación, en la que las posibilidades se han minimizado muchísimo, pero no nos vamos a rendir. Vamos a seguir defendiendo este escudo, el honor de la afición y siempre con la cabeza alta», indicó el gallego. “Hoy el equipo se ha dejado la piel. Hemos mezclado errores y aciertos. Llevo cuatro partidos y de 12 puntos hemos hecho solo dos, un bagaje muy pobre», admitió.
“Matemáticamente podemos meternos en el play off. Toca reponer al equipo, levantarle los brazos y en La Línea de la Concepción, el domingo, ir a ganar otra vez. No nos vamos a rendir”, añadió.
Manuel Mosquera, durante el encuentro ante el Racing de Ferrol en El Arcángel. MANUEL MURILLO
En esa línea, el cordobesismo también reaccionó, en primera instancia expresando su apoyo, para posteriormente mutar el ambiente en sonoros cánticos de reproche, dirigidos, indistintamente, al terreno de juego, el banquillo e incluso la dirección deportiva blanquiverde. “La gente es soberana y tiene que expresarse. Les pedimos apoyo infinitivo, pero también la comprendemos. Veo a la gente cómo anima, que está deseando acompañarnos, pero después el mazazo viene y obviamente se tiene que expresar. Lo tenemos que aceptar. Los jugadores se han dejado la piel en el campo, lo han dado todo”, declaró tajante.
El gol, la asignatura pendiente
Recobrar el olfato de cara a puerta, por otro lado, fue una de las claves extraídas por el de Oleiros, que recalcó la necesidad de “aceptar” el mal momento para trabajar en revertirlo, con especial incidencia en la parcela ofensiva, de nuevo en el ojo del huracán. “Es una realidad. Hemos buscado el gol. Los mismos jugadores lo han buscado, de mil formas. No ganas o pierdes, precisamente, porque de todo lo que llevamos hacia al área no sacamos nada de rédito. Hemos buscado mil formas de ganarle al Racing de Ferrol, también sabiendo que hoy no nos valía el empate de ninguna forma. Es cruel para todo lo que ha hecho este equipo y esta afición esta temporada. Lo aceptamos y lo intentamos transformar en entereza. Nadie agacha la cabeza. Hay que ganar partidos, sobre todo porque vean al Córdoba CF con la cabeza alta”, aseveró.
“Por un motivo u otro no llega el disparo correcto, centro correcto o control correcto. Estamos metidos en esa dinámica, en la que no sale. El partido ha vuelto a ser, hasta con algunos errores, completo, hemos minimizado bastante al Ferrol, aunque ha terminado con la derrota. No salen las cosas, es una realidad. No vamos a bajar los brazos”, apuntó.
La ansiedad pasa factura
La exigencia por sumar de tres, de la misma forma, fue valorada por el preparador gallego, lamentando la “ansiedad” que produce en el plantel dado el contexto, aunque una vez más reafirmando la “soberanía” de la afición. “Forma parte de lo que sucede. Las urgencias están incrustadas en el rendimiento. Todas las expresiones que salen desde la grada es lo que en ese momento les sale. No podemos decir nada. La gente es soberana. Los cánticos hay que aceptarlos, es una profesión así. Igual que cuando las cosas van bien. Se trata ahora mismo de tener ese equilibrio emocional, de aceptar que no estamos dándole la vuelta a la situación, aunque lo estamos intentando. Sé que no consuela a nadie”, apostilló.