Otros dos policías presos: ahora por coacción, estafas y peculado en Córdoba

En un nuevo escándalo de los que sacuden a la Policía de Córdoba, un comisario y un cabo de la Patrulla Rural de la fuerza de seguridad fueron detenidos e imputados en las últimas horas por los supuestos delitos de “estafa, peculado y coacción”.

La fiscal de Instrucción de Villa Cura Brochero, Analía Gallaratto, habría ordenado las medidas luego de comenzar las investigaciones respectivas. No se descartan más detenciones en las próximas horas.

Voceros con acceso a la causa, y que exigieron anonimato, señalaron que todo tiene que ver con una motocicleta judicializada que habría sido vendida a un particular.

Según trascendió, en el marco de un control en la localidad transerrana de San Lorenzo, policías de la departamental San Alberto detuvieron a un ciudadano que circulaba en una motocicleta por la zona.

Al no tener los papeles correspondientes, el conductor fue demorado.

Mientras le secuestraban el rodado, el vecino habría dicho que se lo había comprado a un cabo de la Policía de Córdoba. Enterado posteriormente este suboficial de las manifestaciones, habría amenazado al poseedor del rodado por sus dichos.

Diversos testigos habrían indicado que la moto, cuyas características no trascendieron, se encontraba en una sede policial desde hacía muchos años. Se trataría de un vehículo entregado por la Justicia federal a la delegación Villa Dolores de la ya desaparecida división Drogas Peligrosas.

Cabe recordar que Drogas Peligrosas fue desarticulada en toda la provincia en 2013 tras el “narcoescándalo”: cuando se descubrió que en Capital funcionaba un grupo de altos oficiales que trabajaban a la par de narcos.

La moto quedó en la sede policial de Traslasierra. En circunstancias que se investigan, un cabo se habría apoderado del motovehículo, sin la respectiva documentación, y lo habría comercializado a un vecino a quien se lo secuestraron en el marco del mencionado control callejero.

Amenazas y capturas

El comprador de la moto terminó denunciando al policía que se la había vendido. Dijo que aquel lo había amenazado con que tuviera cuidado de qué iba a declarar.

Con esos elementos y otros recabados en la causa, la fiscal Gallaratto habría decidido detener al cabo y al comisario.

La funcionaria los imputó con los graves delitos de estafas, coacción y peculado. No se descarta que, conforme avance la causa, se añadan otras serias imputaciones.

Los dos efectivos se desempeñaban en la Patrulla Rural del Valle de Traslasierra.

El Órgano de Control Disciplinario (el Tribunal de Conducta) ya dejó en situación pasiva tanto al al suboficial como al comisario.

Otros casos en pocos días

La semana pasada, fue detenido un sargento primero en la Capital acusado de haber participado de un robo en la casa de un hombre que había muerto.

Un oficial del grupo Eter de la fuerza fue apresado, también la semana pasada, luego de que fue sorprendido manejando borracho un auto particular y en contramano por el Centro de la Capital.

En paralelo, días atrás, fue capturado otro efectivo, pero ya de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), institución que depende del Ministerio Público Fiscal.

Ya son siete los efectivos de la FPA acusados de robar drogas en procedimientos en el norte cordobés.