A una semana de su internación voluntaria en el centro Adventista Puiggari, Roberto García Moritán recibió el alta y habló de su estado de salud mental actual. El político evitó hacer declaraciones sobre Pampita Ardohain y aseguró que está “solo y feliz”.
Roberto García Moritán decidió internarse en la Clínica Adventista de Vida Sana en Entre Ríos tras el estrés que le generó su separación con Pampita y de ser desvinculado del Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires. En este mismo famoso centro fueron tratadas figuras como Diego Maradona y Chano Moreno Charpentier.
Una semana después del suceso, García Moritán volvió a Buenos Aires y se reunió con sus hijos Delfina y Santino, fruto de su relación con Milagros Brito, y la pequeña Ana de tres años. “Los veo todos los días que puedo”, dijo en diálogo con Teleshow.
Los comunicadores también indagaron sobre Pampita y su nueva relación con el polista Martín Pepa, pero Roberto se limitó a decir: “No voy a hablar nunca de Caro. Es la madre de mi hija. Estoy solo y feliz”, sentenció.
Sobre su residencia en el centro adventista, el político dijo que la experiencia fue “excelente” y que “la gente es de primera”: “Hicimos mucho deporte, comí sano y aproveché para descansar y hacer todos los estudios de rutina”.
Acerca de su futuro laboral, García Moritán dijo que retomará su actividad en la ONG Asociar, donde Pampita es madrina, y desestimó la posibilidad de trabajar con su hermano en el rubro gastronómico.
“Tengo una propuesta para ser director de una importante empresa argentina dedicada a comprar compañías, ponerlas en valor y venderlas. Lo estoy decidiendo esta semana, tengo varias propuestas además”, cerró.