Los productores citrícolas de Corrientes, siguen clamando al cielo por lluvias que le puedan dar el último impulso de crecimiento a los frutos que quedan en las quintas destinadas a la industrialización, tras la cosecha de verano.
Oscar Barbera, citricultor de Bella Vista, en diálogo con EL LIBERTADOR, se expresó en esa línea. «Estamos esperando a ver si se normalizan las lluvias como para recuperar un poco la producción. Abril es el mes en que más llueve en nuestra zona, por lo general llueve entre 300 a 400 milímetros y este mes creo que tuvimos una lluvia de 60 milímetros y después una chiquita de 6 milímetros y nada más», reveló.
Barbera quien produce limones, comentó que acaba de terminar la cosecha de verano, «que es fruta fresca», y la vendió casi en su totalidad. «Ahora empezó a bajar la demanda», sostuvo.
La fruta fresca de Bella Vista llega a toda la Argentina.
Este año la producción cayó en 50 a un 60 por ciento comparado con temporadas anteriores a las de sequía.
«Calculamos que en un mes estaremos con la cosecha para la industria, con poca cantidad de fruta; pero algo hay para cosechar», dijo haciendo referencia a la producción de aceites esenciales y jugo.
«El fruto es de muy poco calibre», explicó, es decir que no dan la talla y estos frutos de escaso tamaño (afectados por el clima), puede no servir incluso «porque las maquinarias de la industria no están calibradas para procesarlos».
Sin embargo, considera que «la industria va a estar interesada en la fruta porque sabemos que se vendió todo el stock que tenían, por lo que creemos que vamos a poder entregar lo poco que hay de fruta».
Admitió asimismo que las lluvias pronosticadas para estos días serían de gran ayuda para las plantas. «Le darían un golpe más de crecimiento a la fruta destinada a la industria y principalmente, para que la planta reaccione y pueda generar floración para la temporada que viene», anheló.
«Nosotros no manejamos el precio, en este caso, lo maneja la industria de acuerdo a la necesidad que tienen y la oferta que hay de frutos. Pero en general es muy bajo lo que le paga a los productores y con lo que nos cuesta hoy producir; sólo nos sirve para alivianar las plantas. Cosechamos pero sabemos que no vamos a tener mucha ganancia con la industria», aseguró e insistió en que «todo lo que podemos, lo tratamos de vender en fresco».
LIMONES
POR EL PISO
Sobre las expectativas para las próximas campañas el productor sostuvo: «Sabemos que tendremos poca fruta para la primavera y verano próximos, porque no está habiendo buena floración. Todavía estamos con los efectos de la sequía y las plantas están muy estresadas. Calculo que vamos a seguir con la producción en baja durante la primavera y el verano que viene».
A ello hay que sumarle el costo de producción en medio de una economía frágil. «No queremos invertir mucho porque está tan alto el costo, principalmente, del fertilizante», se sinceró y explicó sobre otro producto utilizado en el campo: los fitosanitarios.
Indicó que los productos utilizados para prevenir y controlar plagas o enfermedades no fueron necesarios porque la sequía de alguna manera ayudó a mantener a raya a los invasores. «Evitó enfermedades fúngicas como pulgones, hongos, que son favorecidos por la humedad; por ese lado podemos evitar esos gastos», indicó.
«Los fertilizantes son lo más costosos ahora, y no sabemos qué respuesta nos puede dar la plantas», añadió.
Finalmente, sobre el acecho de la enfermedad del HLB, aclaró que a la cuenca bellavistense todavía no llegó. «Se detectó en Ituzaingó, y en la cuenca de Monte Caseros, Mocoretá y Paso de los Libres», sostuvo.
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