El cofundador de la ONG Bullying Sin Fronteras, Javier Miglino, impulsó la propuesta y destacó la necesidad de un día en el que se escuche, entienda, abrace y proteja a las víctimas de acoso escolar.
Este flagelo es tan abarcativo que puede comprender agresiones físicas, verbales, psicológicas y sociales; de allí, la necesidad de hablar del tema con los más chicos para prevenir esta forma de violencia que se manifiesta en los ámbitos que frecuentan.
Luchar contra el bullying es responsabilidad de todos, y en este Día Internacional contra el Bullying, es fundamental reforzar la concientización y la prevención en Argentina y en el resto del mundo.
¿Qué es?
El acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio. El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso, en situaciones extremas, conductas autodestructivas.
El hostigamiento escolar se suele producir durante el recreo, en la fila para entrar a clase, en los baños, los pasillos, los cambios de clase, al entrar y salir del centro, en el transporte escolar o en el comedor. También puede ocurrir en el aula, cuando el profesor está escribiendo en la pizarra o mientras está atendiendo a otros alumnos.
Causas
Las causas que originan el acoso dependen de cada caso concreto, aunque suelen tener unas características comunes: el acosador escolar no tiene empatía y, por tanto, es incapaz de ponerse en el lugar del acosado y ser sensible a su sufrimiento
El origen de la violencia del acosador puede venir causado por problemas sociales o familiares, que pueden provocar que el niño desarrolle una actitud agresiva y que en la adolescencia sea violento. En muchas ocasiones, los acosadores son personas que también han sido acosadas.
Otros factores que pueden incidir son una situación socioeconómica desfavorable en casa, poca organización en el hogar o tensiones entre los padres.
También influyen factores relacionados con el colegio y los profesionales que allí trabajan. El clima escolar es clave. La convivencia y el hecho de que haya una cultura que no solo prevenga el bullying, sino que promueva otros valores. A largo plazo, se ha comprobado que se obtienen mejores resultados al fomentar lo positivo que al prevenir lo negativo.
Síntomas
Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar y alertar a los padres y profesores en caso de que esté sufriendo bullying escolar:
– Problemas de memoria, dificultad en la concentración y atención y descenso del rendimiento escolar.
– Depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza, malestar generalizado, cansancio, sensación de ahogo, etc.
– Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.
– Aislamiento social, apatía e introversión.
-Mantenerse en estado de alerta de manera constante.
– No querer ir al colegio, ni juntarse con otros niños.
– Faltar al colegio de forma recurrente.
– Sentimientos de culpa y asunción de responsabilidad de los hechos.
– Conductas de huida y evitación.
– Negación de los hechos e incongruencias.
– Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.
– Miedo a perder el control o a estar solo.
– Síntomas como temblores, palpitaciones, inquietud, nerviosismo, pesimismo, etc.
– Ideas e intentos de suicidio.