Las ventas minoristas Pymes descendieron un 0,1 por ciento en abril frente a igual mes del año pasado, medidas a precios constantes, y continúan con una racha negativa en forma consecutiva desde hace cuatro meses. Con ese resultado, acumulan una retracción de 0,7 por ciento en el primer cuatrimestre del año comparado con igual periodo de 2022. En la relación mensual, los comercios vendieron un 0,7 por ciento más que en marzo.
Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.228 comercios minoristas del país, realizado del martes 2 al viernes 5.
SECTORES
En el rubro alimentos y bebidas, las ventas se retrajeron 1,6 por ciento anual en abril, a precios reales, pero acumulan un alza de 0,5 por ciento en el primer cuatrimestre del año (frente al mismo periodo de 2022). En la comparación mensual, bajaron 0,9 por ciento. El 49,7 por ciento de los empresarios consultados manifestaron problemas de reposición de mercadería y el 92 por ciento dijo que fueron mayores o iguales que en marzo. El sector bebidas fue el más afectado, notándose un ajuste importante en la demanda del consumidor, que buscó segundas o terceras marcas, o bien, suprimió el producto de su canasta. Se informaron faltantes de azúcar, aceites, fideos, y harinas principalmente. Varios comercios denunciaron además situaciones de robos y hechos de inseguridad que no se venían detectando en relevamientos anteriores.
En bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles, las ventas subieron 0,4 por ciento anual en abril, a precios reales, y 2,1 por ciento en el contraste mensual. Para los primeros cuatro meses del año acumulan un declive de 1,1 por ciento frente a los mismos meses del año pasado. El 53,3 por ciento de los empresarios consultados también expresó problemas en la reposición y para el 84,5 por ciento fueron mayores o iguales que en marzo. Para no quedarse sin mercadería, las empresas comenzaron a buscar variantes de productos, con la ventaja de ser rubros que dan lugar a diferentes sustituciones. Hubo mueblerías que incorporaron textiles, y estos sumaron decoración, y estos mismos optaron por conformarse con los artículos disponibles.
Por su parte, en calzado y marroquinería las ventas tuvieron un ascenso del 7 por ciento anual en abril, siempre a precios reales, y del 7,3 por ciento en comparación con el mes anterior. En el primer cuatrimestre llevan un aumento de 0,7 por ciento frente a los mismos meses de 2022. En el relevamiento, 47,4 por ciento de los empresarios consultados declaró dificultades para reponer mercadería, y para el 96 por ciento de ellos, fueron mayores o iguales que en marzo. En abril se concretaron ventas demoradas de marzo, que había sido un mes malo, por eso el resultado fue favorable. Igual en el ramo se está notando la pérdida de poder adquisitivo de la gente, y cómo, ante el ritmo de los precios, se prioriza otro consumo. Hay dudas de poder mantener los volúmenes de ventas en los próximos meses.
En el rubro farmacia, las ventas en abril crecieron 4,2 por ciento anual, pero disminuyeron 3,3 por ciento mensual, a precios constantes. En el primer cuatrimestre 2023 acumulan un aumento interanual de 7,5 por ciento. El 48,2 por ciento de los empresarios sondeados también alegó problemas para reponer stock, y para el 98 oír ciento de ellos, esas dificultades fueron mayores o iguales que en marzo. Para el rubro, abril fue un mes de buenas ventas, pero con faltantes de productos, que se fueron reemplazando por otras drogas. Sobre los últimos días del mes, las farmacias notaron una merma, y sobre todo, menos compras de productos complementarios que suelen llevarse en el paso por los locales, sin planificación.
El relevamiento indica que en perfumerías, en abril, a precios reales, las ventas se incrementaron 1,2 por ciento anual, un 3,5 por ciento mensual, y 0,7 por ciento en el acumulado de los primeros cuatro meses del año. El rubro tuvo una buena performance, a pesar de ser uno de los que más dificultades de abastecimiento mostró. Es lo que declaró el 65,4 por ciento de los empresarios, aunque esta problemática la arrastran desde meses anteriores. Especialmente en lo importado, que o no se consigue o se obtiene a precios que luego cuesta vender. Hay preocupación por cómo seguirá la tendencia si la inflación no frena su escalada. Es que si bien es un consumo que cada vez resiste más las dificultades económicas, porque la gente gasta en belleza y cuidado concluyeron desde una perfumería de la Ciudad de Buenos Aires.
En ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, en abril, a precios reales, las ventas crecieron 3,6 por ciento anual, un 1,2 por ciento mensual, y 1,5 por ciento en el acumulado de los primeros cuatro meses del año. El sector lideró los problemas de abastecimiento, con el 67,6 por ciento de los empresarios manifestando problemas cotidianos para reponer productos. Los mayores reclamos vinieron por los faltantes, los aumentos de precios y la presión impositiva, tanto nacional como provincial y municipal. Sí se notó cautela al comprar y hay dudas sobre hasta dónde se podrá sostener este nivel de actividad, si la inflación no cesa.
Finalmente, en el rubro textil e indumentaria las ventas bajaron 6,1 por ciento anual en abril, y crecieron 3,3 por ciento en la comparación mensual. Para el primer cuatrimestre acumulan un desplome del 10,3 por ciento. Los precios subieron mucho en los últimos dos años y la competencia de la venta informal, especialmente online, se hizo más fuerte. Hay tiendas donde se replantean hasta dónde conviene mantener el local, porque además los precios de los alquileres tienen una incidencia muy alta hoy en el costo de la firma.
.