El desembarco de la senadora, Teresa García fue una bocanada de aire fresco y de esperanza para la normalización del justicialismo de Corrientes, intervenido desde el año 2019.

Participó de una reunión en la sede del PJ y se llevó el apoyo de la dirigencia peronista, dispuesta a contribuir con que se logren, en el marco de la política, la definición oportuna de reglas de juego que hagan a la transparencia del acto electoral respecto al cual, hasta ahora, hay más interrogantes que certezas.

Lo que está claro es que no habrá cheques en blanco ni tiempos extendidos, quizás porque la experiencia de las sucesivas intervenciones fallidas obliga a dejar de lado la ingenuidad y a no dejarse ganar por los tiempos.

El denominador común es el propósito de que no se reediten los traumáticos procesos electorales de internas del pasado, cuyas reglas debieron, en definitiva, ser resueltas de a una, en el ámbito tribunalicio, después de varios meses que insumió llegar a resultados que la política fue incapaz de producir.

En la interna con Julio Romero, el proceso fue literalmente «un parto». Duró nueve meses, pero se lograron todas las garantías pedidas. Ello no fue óbice para la picardía del viejo caudillo, aunque no le sirvió para legitimar su liderazgo. Terminó en un escándalo mayúsculo cuando, a pesar de contar la sede partidaria con custodia de Gendarmería, manos anónimas violentaron urnas, introduciendo boletas, para lo cual accedieron mediante una banderola.

Las dos internas, conducidas a mano firme por la Intervención Joga, demandaron en cada oportunidad tres meses adicionales con sucesivos planteos, todos resueltos en contra del formoseño.

Con esta experiencia, esta vez, todo indica que primará el criterio como para encontrar la forma de que la interna conduzca a la unificación mediante el voto del afiliado.

Las reglas de juego

El doctor Rodolfo Martínez Llano, referente del espacio más antiguo dentro del PJ, el de Vamos Compañeros, vino planteando la necesidad de un conjunto de resoluciones que muestren el propósito de una interna transparente. Apuntó a la necesidad de acordar, sin demora, los puntos de la reforma de la carta orgánica, cuya modificación y publicación es previa a la convocatoria a elecciones internas. Aludió al acuerdo respecto al reglamento y el cronograma electoral, lugares de votación y contratación del Correo Argentino en el caso de que las elecciones no se desdoblen como planteó. Y destacó la importancia de eliminar las internas abiertas, así como la posibilidad, en caso de desdoblamiento, de hacer coincidir la segunda etapa de la elección del Consejo Provincial con los cargos electivos, dejando como puntos de análisis la posibilidad de que la candidatura a gobernador, al menos, surja del Congreso partidario.

El ex Diputado nacional expresó su contrariedad a que las elecciones internas coincidan con la fecha de las nacionales, originariamente fijadas para el 17 de noviembre y hoy en duda. Remarcó la necesidad de provincializar la interna, y de separar lo municipal de lo nacional como de lo provincial, para facilitar acuerdos locales.

En la visión de su larga experiencia política en internas y generales, Martínez Llano se mostró partidario a trabajar sobre el concepto de listas y no de líneas internas que, en los hechos, dividen hacia abajo, sosteniendo la necesidad de darle músculo y potencia a las estructuras locales, devolviendo al Consejo partidario y al Congreso el pleno de las facultades para la definición de la conducción política, la estrategia electoral y la redefinición del discurso centrado en la correntinidad.

Consultado por este medio, ayer sobre una reunión presuntamente convocada por el PJ de Ituzaingó para debatir sobre la afiliación y organización, Martínez Llano fue claro en «desautorizarla». «Es saludable que los compañeros se reúnan», remarcó. «Lo que no es positivo es que invoquen un carácter orgánico que la reunión no tenía. Los distintos espacios deben trabajar a la luz del día, con propuestas propias. De ahí la importancia de que la Intervención fije las reglas de juego y de que las internas sean convocadas con una anticipación, por lo menos de 90 días para que se trabaje ordenadamente luego de conocer los criterios», indicó.

Una de cal y otra de arena

En oportunidad de la visita de la Interventora a la sede partidaria, el referente de uno de los espacios internos, que mantiene -válido es decirlo- diálogo abierto, pareció ser tan gráfico como sincero. Saludó que haya aceptado el desafío de venir a Corrientes. Aludió al amigo en común que tienen, en referencia al ex Ministro del Interior, y, para que no queden dudas de que «lo cortés no quita lo valiente», remarcó que estarán con el cuchillo en la panza para asegurar que las cosas se hagan en los tiempos y las formas que garanticen resultados. Vale aquello de que «el que se quemó con leche, ve la vaca y llora».