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El Gobierno anunció una fuerte quita de subsidios: las boletas de luz suben 75% en mayo y el aumento interanual llega a 400%

Flavia Royon, secretaria de Energía. Formalizó una importante quita de subsidios. Crédito: Foto Maxi Failla
El Gobierno avanzó  con medidas que tendrá un impacto muy importante en las boletas de gas y electricidad, en magnitudes nunca aplicadas en lo que va de la gestión. Como reclamó el Fondo Monetario Internacional, la secretaría de Energía concretó la quita de subsidios en el costo eléctrico. Así, se eliminan por completo los subsidios para los sectores denominados de altos ingresos y parcialmente para los sectores medios.

Por efecto de esta medida, más de 4,5 millones de hogares deberán pagar hasta un 125% más por el costo eléctrico en relación a febrero. Eso impactará de distintas maneras según las regiones. En la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, el incremento será de alrededor del 75% para las viviendas denominadas de «altos ingresos». En esta categoría entran los grupos familiares que ganaban más de $ 390.000 en septiembre de 2022, quieren seguir accediendo al «dólar ahorro», o no se anotaron en el registro de subsidios.

Hogares de altos ingresos​

En junio, habrá una suba de tarifas de Edenor y Edesur. Entre ese incremento y la quita de subsidios, las boletas de Buenos Aires y el conurbano habrán subido casi un 400% interanual, en el caso de las viviendas de altos ingresos. En la nomenclatura oficial se los llama N1, una de las categorías de la segmentación.

El economista y consultor Alejandro Einstoss, referente del  Instituto Argentino de la Energía Gral. Mosconi, maneja otra estimación aún más elevada. «Hay una quita total de subsidios a los altos ingresos y del 30% a los clientes comerciales en la medida de hoy», explica. «El aumento final de factura de lo de hoy es de un 100% en números redondos y de un 500% respecto al mismo mes del año pasado», afirma.


La secretaria de Energía, Flavia Royón, había anticipado que habría una quita de subsidios al consumo eléctrico durante este mes. El martes se reglamentó. Los incrementos sorprendieron a los especialistas. Los hogares de altos ingresos (N1) tendrán que pagar un 125% más por la electricidad que consuman. El impacto en la boleta -en Buenos Aires- es de alrededor del 75%.

En el caso de los hogares de clase media (denominados N3, ganaban menos de $ 390.000 en septiembre de 2022, no acceden al dólar ahorro), siguen contando con un bloque básico de consumo que conserva un alto nivel de subsidios. Pero si se exceden de ese bloque, el aumento que les aplicarán será del 700%, con un impacto en las boletas del 400%.

De todas formas, según especialistas, el bloque subsidiado es «generoso» y las viviendas de ingresos medios solo cruzarían de categoría si consumen muy por arriba de lo normal.

La presión del FMI

Apurado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir los subsidios energéticos, el Gobierno dio dos pasos significativos entre el viernes y el martes. Entre viernes y sábado, comunicó que las boletas de gas aumentan un 30% en todo el país. Y ya acumulan una suba del 170% con respecto al año pasado.

Pero la reducción más significativa de subvenciones vendrá por electricidad. Las viviendas de altos ingresos pagarán desde junio un 400% más por la luz que en 2022, al menos en Buenos Aires y el conurbano.

Para retirar subsidios, el Gobierno no requiere de la realización de una audiencia pública previa. La audiencia sí corresponde cuando se decide un aumento tarifario que beneficia a las prestadoras del servicio.

Las tarifas de gas se deciden a nivel nacional. Pero las de luz corresponden a cada provincia, salvo en AMBA (Buenos Aires y el conurbano), donde se encarga el Poder Ejecutivo nacional.

Las distribuidoras eléctricas de las provincias se quedan con mayor porcentaje de lo que cobran en las facturas que sus pares de Buenos Aires (Edenor y Edesur). Estas últimas sólo capturan un 20% de lo que cobran a sus clientes en las boletas.

El costo de la electricidad representa un 60% de las boletas en las concesiones de Edenor y Edesur, según las empresas. Esas compañías cobran ese importe, pero se supone que se dan vuelta y le pagan a Cammesa, la administradora mayorista del sistema eléctrico. Se quedan con un margen por la prestación del servicio.

Al remover los subsidios al costo eléctrico, el Gobierno está aumentando lo que se pagará por las facturas de una forma indirecta. No es más tarifa, pero si menos subvención. Al quitar estos descuentos, el importe final de las boletas será un 400% superior al que tenían a mediados de 2022, al menos en los hogares de altos ingreso de Buenos Aires y el conurbano.

Cada vez que el anterior ministro de Economía – Martín Guzmán- quiso retirar subsidios chocó contra la resistencia del kirchnerismo, con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner instruyendo a sus alfiles para que lo evitaran. Con el cambio de ministro, Sergio Massa parece contar con manos más libres para avanzar en el recorte de subsidios, incluso a una escala muy superior a la que proyectaba Guzmán.

Einstoss, que asesora al radicalismo en temas de energía, juzga favorable la quita de subsidios a los sectores de altos ingresos, pero le preocupa lo que pasará con los sectores medios. La remoción de subsidios en esa franja quedará para el próximo Gobierno y promete ser una tarea complicada.

La suba del gas será de entre el 20% y 37%, según comunicó el ente regulador (Enargas). Para los hogares denominados N1, de altos ingresos, la suba de las boletas de gas acumulado desde el invierno pasado es del 170%, en el caso de las distribuidoras de Buenos Aires (Naturgy y Metrogas). De esta forma, estaría por arriba de la inflación interanual del período.

Los hogares de ingresos bajos (N2) y medios (N3) no perdieron subsidios al gas en el mismo nivel que los N1, pero las subas en sus boletas de gas en relación al invierno pasado también estará por arriba del 120%.

En electricidad, se estimaba que la quita de subsidios y aumento de tarifas iba a conducir hacia un 300% de incremento interanual, pero los técnicos especializados están revisando esa proyección, llevándola al 400% interanual.

Los «precios regulados» (como los servicios públicos) tuvieron bajísima injerencia en el índice de precios del consumidor durante 2019 a 2022. Recién comenzaron a tallar sobre la inflación desde septiembre/octubre de 2022. De todas formas, los aumentos no son uniformes, ya que dependen de los ingresos de los hogares y como quedaron ubicados en la segmentación.

(Fuente: Clarín)