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Hay que cambiar el modelo: Impunidad vs. Impunidad

Desde hace algún tiempo vemos cómo dos sectores del justicialismo tratan de mostrar sus diferencias con actuaciones que tuercen la legalidad.

Por un lado, el gobierno impone la estructura del Estado como si fueran propiedad del PJ: legisladores, jueces, policías, todos ellos militantes, supervisados por un delicado engranaje de coacción.

Del otro lado tenemos a un sector que sigue con los mismos mecanismos de impunidad, de arbitrariedad diciendo una cosa para afuera, pero con un accionar idéntico. Cuando le toca gobernar no dejan de ser iguales a los que critican.

En síntesis, con idéntica concepción de poder sólo tratan de cambiar los nombres de los actores, pero el guión de la obra nos conduce al mismo final: autoritarismo, nepotismo, falta de transparencia y arbitrariedad en el manejo de la cosa pública.

La situación es que, en el contexto de Formosa, los dos buscan lo mismo: gobernar con total impunidad, acompañados con legisladores que son parientes, funcionarios que son cómplices, y cárteles de empresas que responden ciegamente al mandamás de turno.

El resultado ya lo sabemos: el afán de gobernar para siempre, constituyendo un esquema unitarismo en el poder.

Formar una unidad policial militante es gravísimo, pero también lo es hacer caso omiso a un control y provocar un altercado que pudo haber costado víctimas fatales.

Una cosa no justifica a la otra, ambas son igualmente de condenables, porque uno y otro son funcionarios públicos.

Es un problema de una interna de poder y soberbia que puede ser grave para los formoseños.

Pretender que esto sea una alternativa política para salir del atraso y la pobreza en la que estamos sumergidos nos parece imposible. Hay que cambiar el modelo y no conformarse con imitaciones.

Se sale con más república, más instituciones, con justicia independiente y sobre todo con más ciudadanía.

La gente tiene que saber que es el jefe, que es la única que puede poner las cosas en su lugar votando una cosa distinta a los que nos ofrecen estos actores.

La alternativa no es otro peronismo autoritario y soberbio.

Miremos cómo gobiernan ambos y vamos a darnos cuenta que es la misma filosofía la que pretende tener continuidad, hasta ayer eran lo mismo ¿qué los hizo separarse?

Nosotros podemos presumir los motivos, pero sólo ellos lo saben, como siempre somos rehenes de las luchas internas y salvajes del PJ.

El pueblo es el que tiene que definir si cambiamos de modelo o seguimos mirando de afuera la pelea de la impunidad vs la impunidad.

No necesitamos un cambio de actores, necesitamos una Formosa democrática donde sean respetados los derechos de todos los ciudadanos y que quienes gobiernen no se sientan dueños absolutos del poder sino delegados del mandato del único soberano y supremo: EL PUEBLO.