La iniciativa de Santi Maratea, que tomó dominio público debido a los millones recaudados para sanear la economía del club, renovó los ánimos en Independiente. En el Rojo se vivió una semana de optimismo. Y en el duelo ante Belgrano de Córdoba en el Libertadores de América, los jugadores liderados por Ricardo Zielinski mostraron una actitud ajena a la que venían demostrando a lo largo de la Liga Profesional.
Antes de los tres minutos Baltasar Barcia sorprendió con un remate de media distancia que hizo lucir a Nahuel Losada. Y unos instantes después, Matias Ibacache tocó la pelota con la mano en el área del Pirata y Darío Herrera no lo dudó: penal. Desde los doce pasos Martín Cauteruccio le apuntó al medio y festejó el 1 a 0 para la alegría de los hinchas.
Los del Ruso tuvieron muchas ocasiones para liquidar el pleito, pero la falta de eficacia de Mauricio Cuero, Matías Giménez y Juan Cazares mantuvieron con vida a la visita. Sin embargo, la etapa final del complemento una nueva mano defensiva volvió a darle a Independiente la posibilidad de extender la diferencia con la pena máxima.
La mano de Lucas Diarte debió ser revisada por el VAR y el goleador uruguayo selló el 2 a 0 para que el Rojo volviera a festejar después de 13 fechas. En Avellaneda se encendió la esperanza de un renacer. Y el próximo sábado tendrá una nueva prueba ante el Argentinos de Gabriel Milito, un viejo conocido de la casa.
Los de Guillermo Farré, en tanto, buscarán recuperarse en Córdoba, donde recibirán a Atlético Tucumán. Los tres puntos serán fundamentales para mantener el objetivo de la clasificación a una competición internacional. El Pirata también quiere cruzar las fronteras.