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Tras el ataque a Teherán, Israel está en alerta máxima y estima que paralizó la producción de misiles iraníes

Israel está en alerta máxima. El gobierno de Benjamin Netanyahu y el alto mando militar están convencidos de que el ataque del viernes (sábado a la madrugada en Medio Oriente) paralizó la producción de misiles de Irán, según fuentes citadas por el sitio estadounidense Axios.

Ahora, se espera la réplica o una “no respuesta”, plagada de retórica bélica, del gobierno teocrático iraní. “Todos los escenarios están abiertos”, se escuchó en las distintas reuniones del gabinete de guerra israelí, según supo TN, tras el calibrado bombardeo contra al menos 20 objetivos militares en Irán en represalia por el ataque del 1 de octubre contra territorio israelí.

El ataque, que Teherán minimiza, evitó alcanzar objetivos nucleares y de la vital industria petrolera, como consensuó Israel con los Estados Unidos para esquivar una escalada que desembocaría en una guerra regional abierta.

En el ataque, según The Israel Times, participaron un centenar de aviones israelíes. Los objetivos fueron los sistemas de defensa aérea y las instalaciones de producción de misiles.

Irán dijo que tiene el deber de defenderse

En Teherán, se baten tambores de guerra, pero al mismo tiempo las autoridades se esfuerzan en minimizar el impacto del ataque. Esta estrategia podría adelantar la decisión de “no responder” la ofensiva, más allá de las habituales retóricas bélicas.

“Irán considera que tiene el derecho y el deber de defenderse contra actos extranjeros de agresión, sobre la base del derecho inherente de legítima defensa consagrado en el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas”, afirmó la cancillería iraní en un comunicado.

El líder supremo de Irán, Ali Jamenei (Foto: EFE)

El líder supremo de Irán, Ali Jamenei (Foto: EFE)
Pero el gobierno iraní parece hoy más interesado en subestimar la ofensiva israelí que preparar un contraataque. De hecho, la agencia de noticias estatal IRNA afirmó que el ataque del viernes se lanzó “desde lejos, a 100 kilómetros de las fronteras de Irán” y “desde el espacio (aéreo) que dispone el ejército terrorista estadounidense en Irak”.

Según la versión iraní, Israel lanzó “varios misiles aéreos de largo alcance, que tienen una ojiva muy ligera, aproximadamente una quinta parte de la las ojivas de misiles balísticos iraníes. Estos misiles fueron dirigidos contra algunos radares fronterizos en las provincias de Ilam, Juzestán y en torno a la provincia de Teherán, lo que causó daños limitados y de bajo impacto, debido a la acción a tiempo de la defensa aérea del país”, aseguró el reporte. Además, admitió la muerte de dos soldados.

La versión israelí es opuesta. Si bien el ataque fue muy calibrado, por presión de la Casa Blanca, “eliminó un componente crítico del programa de misiles balísticos de Irán”, según fuentes israelíes citadas por Axios.

El ataque “dañó gravemente la capacidad de Irán de renovar su arsenal de misiles y podría disuadir a Irán de realizar más ataques masivos con misiles contra Israel”, dijeron las mismas fuentes. En concreto, Israel habría eliminado 12 “mezcladoras” para producir combustible sólido para misiles balísticos de largo alcance que Teherán debe adquirir a China. El periódico árabe Elaph, editado en Londres, afirmó que una veintena de mezcladores de este tipo fueron destruidos.

Incluso, un funcionario estadounidense, citado por Axios, confirmó que el bombardeo paralizó la capacidad de producción de misiles iraníes.

Irán necesitaría un año para recuperarse de los daños

Irán, según creen Estados Unidos e Israel, necesitaría un año para recuperarse de los daños sufridos por el ataque. Si bien aún posee un gran arsenal de misiles balísticos, fuentes israelíes dijeron que la ofensiva golpeó la capacidad iraní de producir nuevos cohetes para reponer el armamento usado por sus “grupos proxy” en Líbano (Hezbollah) y Yemen (hutíes) contra Israel.

Pero además, el ataque israelí fue un enorme llamado de atención al sistema defensivo de Teherán. En el ataque se alcanzaron cuatro baterías de defensa aérea S-300 que estaban en lugares estratégicos y protegían a la capital y a instalaciones nucleares y energéticas en Irán. También se dañó una fábrica de producción de drones, según Axios.

Israel ahora espera la réplica iraní, pero también sospecha que la respuesta podría no ser un ataque como el del 1 de octubre. Según The Israel Times, “de una forma u otra, se puede confiar en que la República Islámica intentará, durante el tiempo que sea necesario, dañar a Israel o incluso a objetivos de la diáspora en respuesta al ataque del sábado”.

Entre esos objetivos podrían estar edificios de la comunidad judía en la Argentina, que ya sufrió dos atentados terroristas en 1992 (embajada de Israel) y 1994 (sede mutual AMIA) y que elevó la alarma de seguridad en los últimos meses.

Cualquiera sea el escenario futuro del conflicto, las Fuerzas de Defensa de Israel tienen ya una lista de “objetivos” listos para atacar si es necesario, resumió The Israel Times.

FUENTE: Todo Noticias 

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