Con la presencia de importantes profesionales de distintas provincias, comenzarán a desarrollarse este viernes las primeras Jornadas de Terapia Intensiva Pediátrica, para las que hay 297 inscriptos -entre enfermeros y médicos- hasta el momento.
La actividad está organizada por el Ministerio de Salud de La Pampa en el marco de los 30 años de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Molas-Favaloro.
Las jornadas, que se realizarán en el Centro Cultural Medasur este viernes 25 y el sábado 26, fueron declaradas de interés provincial. Según destacaron desde Salud, “forman parte de las permanentes políticas públicas del Gobierno de Sergio Ziliotto para garantizar la mejor atención sanitaria para todos” los pampeanos y pampeanas.
“Esta importante actividad está destinada a todos los profesionales de la salud de la provincia y forma parte de la formación continua de médicos y enfermeros para brindar la mejor atención posible”, resumió Laura Córdoba, jefa de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital de Complejidad Creciente Molas-Favaloro, a la Agencia Provincial de Noticias. “Estamos organizando la actividad desde principio de año con motivo del trigésimo aniversario de la unidad de terapia intensiva pediátrica pampeana. Por eso vivimos estos momentos previos con mucha ilusión y algunos nervios”, sostuvo Córdoba.
“La actividad no está pensada sólo para la terapia intensiva, sino para todos los médicos que atiendan a niños y niñas. Se abordarán tópicos como cardiopatías congénitas, sepsis y manejo inicial del trauma”, expresó la profesional. “Son todos temas vinculados con urgencias pediátricas que apuntan a mejorar el abordaje de esos casos”.
También se tratarán otras patologías, como asma, atención de niños y niñas con quemaduras, epilepsia y nutrición en el paciente crítico, entre otros. Otra temática importante que será objeto de estudio en las jornadas está vinculada con el manejo inicial del paciente pediátrico ante la sospecha de maltrato.
Habrá disertaciones de profesionales del Hospital Garrahan, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde (todos de Buenos Aires) y del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba. Además, se desarrollarán talleres de diálisis peritoneal, resucitación cardiopulmonar y cánula nasal de alto flujo de oxigenterapia.
“Los talleres serán una excelente oportunidad para aprender y evolucionar con el objetivo de brindar una mejor atención a los niños y niñas que llegan a la consulta por una emergencia”, explicó la facultativa.
El propósito de esta iniciativa es de actualización y capacitación de los conocimientos científicos, como de las prácticas diarias, para acompañar la formación constante de los equipos multidisciplinarios que trabajan en el cuidado del niño.
“El abordaje es integral, y previo a la llegada del niño o niña a la emergencia. Por eso hay charlas sobre politrauma, shock séptico, maltrato infantil y de las distintas patologías que derivan que un cuadro requiera de la terapia intensiva. Se trabaja en equipo y de manera articulada”, aclaró.
Esto hace que las jornadas sean propicias para que concurran médicos y enfermeros de todas las especialidades. “Es importante que quienes atienden la emergencia lo hagan con todos los conocimientos del caso. Porque antes de llegar a terapia intensiva el niño o niña ya recibe una atención previa, que debe ser lo más eficiente posible”.
La Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Molas-Favaloro está cumpliendo 30 años y es una referencia incluso fuera de los límites provinciales. “Es la única de La Pampa, y también recibe pacientes del sur de Córdoba y de Buenos Aires”, dijo la jefa del servicio, que también explicó cómo fue evolucionando ese importante sector del centro de salud. “Primero era atendida por médicos generalistas, después por pediatras y actualmente por especialistas en cuidados intensivos pediátricos”.
En el servicio del Molas-Favaloro se realizan cirugías cardiovasculares y neurológicas, posibilitando tratar en la provincia cuadros que antes requerían derivación. “Esto es un gran avance, porque mejora la calidad de vida del paciente y de sus familiares, evitando traslados complicados. Más aún teniendo en cuenta que el riesgo de vida aumenta cuando hay que hacerlos”, concluyó la profesional.