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“El cuidado humanizado, una nueva modalidad que incluye al niño y a la familia”


Este viernes y sábado, Santa Rosa se convirtió en el epicentro de la pediatría en Argentina, al albergar las Jornadas Provinciales de Pediatría Infantil. Este importante evento reunió a destacados especialistas en medicina pediátrica de nivel provincial y nacional, quienes compartirán sus conocimientos y experiencias en una variedad de temáticas relacionadas con la salud infantil.


A través de conferencias y talleres, los profesionales de la salud tuvieron la oportunidad de actualizarse sobre las últimas tendencias, investigaciones y prácticas en el cuidado de los más pequeños. Con el objetivo de mejorar la atención pediátrica en la región y fomentar el intercambio de ideas, estas jornadas se presentaron como una plataforma vital para el crecimiento profesional y la colaboración entre médicos, enfermeras y demás actores del ámbito de la salud infantil.

Jarillales

La licenciada en enfermería del Hospital Durand (CABA), Lorena Bernardis, disertó sobre “Atención centrada en el paciente y la familia: una mirada desde la UCIP”.


“Voy hablar del cuidado humanizado, una nueva modalidad de cuidado que incluye al niño y a la familia, donde se van agregando diferentes espacios de comunicación, de cooperación, vamos a contar la experiencia que venimos teniendo”, explicó a la Agencia Provincial de Noticias.


“Venimos trabajando desde el 2015, que los papás puedan estar las 24 horas, tener lactarios donde el niño en vez de recibir leche de fórmula, reciban la leche de su madre, segmentar la participación de la familia, que eso también disminuye el abandono parental, todo eso es en un trabajo en equipo, la comunicación efectiva”, dijo.

Consenso y trabajo interdisciplinario

También se refirió a dos puntos importantes en el trabajo: el consenso y el trabajo interdisciplinario. “La familia percibe la calidad que se le puede brindar al niño. Se hace centro al niño, pero no solo al niño, porque antes era muy fácil, atendíamos al niño y la familia quedaba afuera, eso generaba ansiedad, malos momento”, sostuvo. “Ahora no, la idea es que trabajamos en bloques, tanto el equipo de salud con un mensaje consciente y consistente entre todos, y la familia que lo pueda atender, porque a veces viene el médico le da toda una indicación y a las dos horas está mirando preguntando qué pasó”, desarrolló.

“Que la familia se integre a ese cuidado porque ese hijo es de ellos, no nuestro. No hacemos más que cuidarlo en este espacio de su vida. Pero ese chico va a tener que estar todo el tiempo con su familia, y esa familia, sobre todo en los niños que van a quedar con alguna patología  o secuela, van a tener que saber cómo cuidarlo, el cuidado humanizado es eso, mantener a estas familias unidas”, agregó.

Maltrato infantil

También se refirió a detección del maltrato infantil y a la complejidad del tema en dos aspectos: “En el tema maltrato infantil desde ya tenemos la Ley Lucio, lo que hacen en CABA, todo personal de planta y contratados que sean del Estado, recibimos capacitaciones desde el año pasado en la ley, para que se pueda entender que cualquiera puede denunciar, eso es algo que va cambiando”, dijo. “Y otro paradigma en el que se está trabajando, es en la inclusión de todos los niños con temas de trastornos del espectro autista. Pero es muy difícil que se llegue y animen a la denuncia”.


Por otro lado, destacó el avance de la tecnología y la importancia de estar en constante capacitación. “Ya las vías se están colocando con ecógrafos, se está trabajando con todo lo que es habilidades blandas, comunicación, manejo interpersonal, mucha simulación clínica, de alta y baja fidelidad, de tener un muñeco de bebé y hacer que la señora de limpieza venga con el bebé a upa y hacer todo lo que pasaría si este chico llega, de capacitar constantemente, de actualizarse y generar redes que nos van a dar apoyo para poder trabajar”, remarcó.


Por último, Bernardis hizo hincapié en el trabajo que realiza todo el equipo de salud en el cuidado humanizado. “Es difícil porque uno tiene que estar con un ojo en la familia y otro ojo en el monitor, y el padre en el primer momento no mira tanto a su hijo más que lo que tiene que mirar en el monitor. Es muy difícil encontrar el equilibrio porque no es fácil estar tanto tiempo en terapia”.


“En un primer momento se pensaba que habían dos resistencis para la terapia humanizada: que iba a generar aumento de infecciones, que no es así; y lo segundo era que iba a generar cualquier cantidad de demandas, y fue completamente al revés, no recibimos una demanda en 14 años, porque el padre está viendo lo que hacemos”, concluyó.