El precandidato presidencial Javier Milei volvió a mostrarse a favor de la venta de órganos y sostuvo que debería ser una decisión personal ya que cada uno tendría que disponer de su cuerpo. El precandidato presidencial propuso “revisar el mercado y buscar mecanismos al respecto”.
El diputado nacional por La Libertad Avanza volvió a ser consultado sobre este tema y comentó que se ha planteado que “más de 350 mil personas mueren por año”.
“Por Ley Justina -continuó- son todos potencialmente donantes. Hay 7.500 personas que están sufriendo, esperando los trasplantes. Hay algo que no está funcionando bien”.
“Lo que uno está planteando acá es que revisemos el mecanismo, busquemos mecanismos de mercado para resolver estos problemas. No se necesita que nadie venda ni haga nada”, opinó el diputado nacional este martes 2 de mayo en diálogo con Nicolás Wiñazki y Santiago Fioriti en Somos Buenos (TN).
“No hay peor solución que la que implica la garra del Estado. Siempre lo mejor es que los individuos actúen libremente. Es al revés: cada vez que se produce una intervención del Estado, el resultado posterior es peor que el que tenías. Lo vemos en los planes contra el hambre, que aumentan el hambre, o en los planes contra el desempleo, que aumentan el desempleo. Todo lo que toca el Estado lo hace mal. Hace daño”, agregó.
No es la primera vez que Javier Milei plantea su postura sobre la venta de órganos: a mediados del 2022 se mostró a favor de someter los intercambios al mercado y cuestionó la regulación del Estado en esta área. “Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo?”.
“El problema es por qué todo lo tiene que estar regulando el Estado. Hay estudios de Estados Unidos que (dicen que) si dejaras esos mercados libres funcionan muchísimo mejor y tendrías menos problemas”, insistió el legislador.
“¿Por qué no puedo decidir sobre mi cuerpo? ¿Cuál es el problema? Si el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, mi primera propiedad es mi cuerpo ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo?”, señaló el economista para justificar su postura.
El problema principal, según Milei era que “hay un doble estándar: para que el Estado me esclavice, sí. Ahora, si yo quiero disponer de una parte de mi cuerpo por el motivo que fuera, ¿cuál es el problema?”. El diputado dijo que quien decide vender sus órganos puede ser que esté en una circunstancia desesperada que lo lleve a eso: “Entonces lo vamos a poner en otros términos: si no le terminás comprando ese órgano, se termina muriendo de hambre y ni siquiera tiene vida”.