Por Pablo Segura 4 de mayo de 2023 – 11:35

Durante la tarde de este jueves se realizará en el Polo Judicial una audiencia clave para definir el futuro procesal de los dos acusados de haber golpeado duramente a un menor de edad durante una fiesta en Luján de Cuyo, quienes podrían acceder a una “suspensión de juicio a prueba”, por lo que se extinguiría la acción penal a cambio de cumplir reglas de conducta.

Todo esto es en el contexto de la investigación por la golpiza a Bruno Borgna, un joven que en octubre del 2021, cuando tenía 16 años, fue brutalmente agredido por un grupo de hombres, vinculados a un club de rugby de la provincia.

La pesquisa, en manos de la fiscal Claudia Ríos, derivó en la imputación de dos chicos, identificados como Juan Martín Muñoz y Luciano Nahuel Garrido, quienes fueron acusados por “lesiones graves”.

A poco más de un año y medio del hecho, una jueza dictó una suspensión de juicio a prueba, medida que fue rechazada por el abogado querellante, Diego Lavado –en representación de los padres de la víctima-.

De esta forma, este jueves se analizará la apelación y será el juez Rafael Escot quien deba ratificar o revocar el fallo anterior.

Si el magistrado rechaza el planteo de la defensa, los dos imputados quedarán desvinculados de la investigación penal a cambio de cumplir una serie de reglas de conducta. Si concretan esos requisitos, serán sobreseídos.

La familia de Borgna insiste en que los sospechosos sean juzgados y condenados por la golpiza. El delito imputado prevé una pena de 1 a 6 años de cárcel.

Los hechos

Bruno Borgna fue atacado en la madrugada del 17 de octubre del 2021 durante una fiesta realizada en una finca ubicada sobre la lateral oeste del Acceso Sur, entre Araoz y Zapiola, en Luján de Cuyo.

El joven, que en ese entonces tenía 16 años, fue golpeado por al menos dos sujetos y sufrió heridas de gravedad que le provocaron una incapacidad y una larga recuperación.

Según las pruebas médicas incorporadas al expediente, Borgna sufrió un traumatismo facial con hundimiento de tercio medio facial y fracturas varias en el rostro, entre otras lesiones de consideración.

Por esto la justicia calificó el hecho como “lesiones graves” pero con el correr de la investigación la situación procesal de los acusados mejoró y ahora están cerca de acceder a una figura que es rechazada por la víctima.