En Estados Unidos, el icónico billete de $100 está a punto de experimentar una transformación significativa. En un momento en que el mundo se inclina cada vez más hacia los pagos digitales, la Reserva Federal y otras agencias gubernamentales preparan cambios importantes para esta denominación, planteando interrogantes sobre el futuro del dinero físico.

Se espera entre en circulación entre 2034 y 2038. Esta será la cuarta renovación del billete en los últimos 100 años, siendo la más reciente la de 2013.

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El billete de $100 mantendrá su importancia en el corto plazo, el antiguo adagio «el efectivo es el rey» ya no representa una verdad absoluta en un mundo cada vez más digitalizado.

El billete mantendrá la imagen de Benjamin Franklin, una figura que encarna el sueño americano, desde sus humildes orígenes hasta convertirse en uno de los Padres Fundadores de la nación, científico e inventor del pararrayos.

Su presencia en el billete de mayor denominación de Estados Unidos simboliza la transformación y el progreso que caracterizan al país.

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La era digital

Mientras se preparan estos cambios, el papel del dinero físico enfrenta desafíos sin precedentes. El auge de los pagos digitales como Apple Pay, las billeteras móviles y las criptomonedas está transformando rápidamente los hábitos financieros, especialmente entre las generaciones más jóvenes que valoran la velocidad y eficiencia de las transacciones digitales.

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Estos nuevos métodos de pago discontinúan los viejos.

Sin embargo, esta transición plantea importantes preocupaciones sobre accesibilidad e inclusión financiera.

Muchos sectores de la población, incluidos adultos mayores, residentes de áreas rurales e inmigrantes indocumentados, siguen dependiendo del efectivo para sus transacciones diarias. Además, existe un sector significativo que desconfía de la banca en línea y prefiere mantener sus ahorros en efectivo.