Fue golpeada, apuñalada, rociada con vino, arrastrada de los pelos y casi asesinada al ser arrojada delante de un camión en movimiento. Por esta atroz secuencia de violencia de género ocurrida a principios de año en San Rafael, un joven pasará once años en prisión.
Todo comenzó en la noche del 10 de enero de 2023, cuando la víctima de 20 años -se reserva su identidad- estaba durmiendo junto a su hijo de 2 años en un domicilio ubicado en la localidad de Real del Padre. Minutos antes de la medianoche, su expareja llegó al lugar. Sergio Gabriel Videla (26) había recuperado su libertad tras cumplir una pena menor por haberse robado una moto y había mandado mensajes amenazando a la chica, algo que decidió cumplir.
Saltó la medianera, aprovechó que la víctima había dejado una ventana abierta para refrescar la casa. La joven escuchó ruidos y cuando notó que se trataba de su exnovio quiso llamar a la policía, pero el agresor comenzó con la primera de una serie de agresiones que se iban a extender por varios minutos: estrelló su celular contra el suelo.
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Mientras le gritaba e insultaba, le propinó golpes de puño en su rostro. Luego la arrastró de los pelos por la propiedad, tomó un cuchillo de cocina y amenazó con apuñalarla si no hacía que se callara el pequeño de dos años que había ingresado en una crisis de llanto ante tamaña situación.
Videla tomó una caja de vino y una botella de aceite, roció a la mujer y al niño e intentó prenderlos fuego, aunque la chica logró evitarlo. Lo que no pudo esquivar fueron dos puñaladas que le impactaron en su espalda -afortunadamente no le produjeron heridas en sus órganos vitales-.
El agresor obligó a la mujer a que se maquillara, le sacó 10 mil pesos de su billetera, le continuó propinando una golpiza en el suelo y la sacó del domicilio. La abrazó fuerte para que no escapara y empezaron a caminar por la banquina de la ruta 171. El hombre miró hacia atrás, advirtió que estaba por pasar un camión Iveco -a una velocidad aproximada de 70 kilómetros por hora- y empujó a la mujer hacia el asfalto, con claras intenciones de quitarle la vida.
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La joven logró salvarse ya que se aferró a las prendas de ropa del agresor y no cayó en la calzada, evitando ser atropellada. Minutos después, Sergio Videla era detenido por la Policía ya que un vecino había escuchado los gritos de auxilio y llamó al 911.
El hombre fue acusado de una batería de delitos: daño simple, coacción agravada, lesiones leves agravadas, amenazas y robo simple. El más grave fue tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, es decir, que para la Fiscalía intentó cometer un femicidio y no logró concretarlo por circunstancias ajenas a su voluntad.
Acorralado por las pruebas, este martes pasó por un juicio abreviado donde admitió haber cometido el hecho. Su abogado defensor pactó una pena con la Fiscalía de 11 años de prisión, los cuales deberá cumplir en su totalidad ya que es reincidente.
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