Por Marcelo López Álvarez 7 de mayo de 2023 – 08:25
Las Elecciones 2023 ya están en marcha, los procesos provinciales aceleran los análisis y especulaciones, mientras, los tiempos para la Gran Contienda por la Presidencia de la Nación se acercan inexorablemente. Los medios y redes sociales se transforman en quirófanos a cielo abierto donde se ejecutan todo tipo de operaciones para posicionar a los propios o presionar al adversario.
La cercanía de las fechas donde las decisiones ya no tienen vuelta atrás acelera al máximo los procesos. En menos de 30 días hábiles hay que presentar los frentes y alianzas electorales (14 de junio) y en menos de 40 ( 24 de junio) inscribir los candidatos a Presidente, Vice, Diputados nacionales y Senadores nacionales donde corresponda.
El jueves y viernes dos mujeres absolutamente alejadas desde lo ideológico y lo político fueron centro de esas operaciones a cielo abierto que se transformaran en comunes.
Por un lado Maria Eugenia Vidal que se bajó de una candidatura que, a decir verdad nunca estuvo en carpeta, recibió todo tipo de presiones y versiones para que su “renuncia” a la candidatura presidencial se extendiera a la Ciudad de Buenos Aires, posibilidad que aún deja abierta aunque en la realidad, a la ex gobernadora bonaerense ahora devenida en nuevamente porteña, las voluntades de los porteños de su espacio parecen no acompañarla.
Por otro lado el viernes una operación de poca monta en la voz del conductor televisivo y radial Gustavo Sylvestre, hombre con terminales siempre difusas desde hace muchos años, aseguró que Cristina Fernández de Kirchner ya tenía tomada la decisión de ser candidata a presidenta y había ordenado a sus más cercanos salir a caminar dicha candidatura.
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El nombre de Cristina Fernández de Kirchner no desaparece de las especulaciones pensando en las elecciones 2023
Inmediatamente todas las miradas se dirigieron a la Rosada. Están tratando de presionar decisiones o enrarecer el ambiente dijeron. Si alguien piensa que la Vicepresidenta iba a responder a la provocación en persona e inmediatamente no conoce a Cristina y si un conductor radial cree que el camino de Cristina Fernández para anunciar una posible candidatura ya sea a presidenta, senadora o lo que sea es mediante versiones periodísticas, evidentemente poco conoce de la realidad política Argentina.
Si en las próximas horas la vicepresidenta de la Nación toma alguna decisión sus más cercanos se enteraran solo una par de horas antes; cuando se comience a realizar el video para comunicarlo a traves de sus redes sociales. Nunca antes, nunca después.
Sí se puede entrar en el terreno de la especulación y es que cuanto más se acerque la fecha de cierre de las listas sin definiciones la paleta de candidatos se va achicando.
Quienes están cerca de las lides del Instituto Patria y de la Rosada coinciden en una anécdota de la campaña 2019, una de las cosas que más nos costo comunicacionalmente fue explicar que Alberto no era Anibal Fernández.
¿Qué significa eso? Que si se estira la definición solo tres o cuatro nombres que no necesiten presentación quedan en pie para la candidatura presidencial. Ese lote tiene solo pocos anotados que no necesitarían campaña presentación. Sergio Massa, Daniel Scioli, Axel Kicillof y Cristina Fernández Kirchner.
Habría que marcar con un circulo en el almanaque el martes 20 de Junio. Día de la Bandera y paso a la inmortalidad del Prócer Nacional más admirando por la Vicepresidenta. Ese Día se inaugurará el gasoducto Nestor Kirchner. ¿Alguien puede imaginar un escenario mejor para anunciar un/una candidato/a de unidad a cuatro días del cierre de listas?
Desde el lado de la oposición, por más que se quiera tapar el sol con las manos la confusión también es mucha. Que Bullrich, que Larreta, que Espert, que Morales y todo ante el silencio absoluto (muy similar al de Cristina) del ordenador del espacio que es Mauricio Macri. Sin el volumen político de la vice presidenta igual tiene una valija de herramientas más que suficiente para ordenar las aspiraciones y decisiones de su espacio.
Si se ven los escenarios de las provincias que van cerrando candidaturas por sus desdoblamientos da la toda la sensación de que la política de la Alianza es armar PASO con formulas cruzadas. Sin embargo a nivel presidencial la idea sería la de formulas calcadas ya que ningún radical aparece con imagen o intención de voto para encabezar una formula presidencial. Así desatadas las especulaciones (reiteramos solo especulaciones) la idea de Rodríguez Larreta-Gerardo Morales en una PASO frente a Bullrich – ¿Rodolfo Suarez o algún representante del cornejismo mendocino? gana espacio en los cirujanos porteños. Sin embargo el silencio absoluto de Mauricio Macri reaviva especulaciones y deja también el escenario abierto.
Al igual que el Frente de Todos a medida que se acercan las fechas de cierre el espacio para sorpresas se achica. Solo los nombres de Rodriguez Larreta, Bullrich o el propio Macri tiene el nivel de conocimiento como para encarar una campaña tan corta.
La tercera figura en disputa parece expectante ir bajándose de la disputa. Los números y análisis serios muestran a Javier Milei muy lejos de los 25 o 30 puntos o el escenario de tres tercios que algunos encuestadores explican. Los resultados de sus candidatos en las provincias que ya se votó y la decisión de retirar su marca e imagen de todas las contiendas provinciales -excepto Tucumán y La Rioja donde ya no tenia vuelta atrás- son síntomas de esa realidad. Como explicamos en la semana si la candidatura de la caricatura libertaria llega a segunda vuelta será momento de quemar no el Banco Central sino todos los libros de política.
Es más probable que el hartazgo y desencanto de los ciudadanos se muestre con la ausencia o el voto en blanco que con el voto a personajes como Milei. Ya pasó en la crisis del 2001, para la anécdota quedaron las imágenes de Clemente o las fetas de salame pero el verdadero desencanto se mostró con la ausencia o el voto en blanco y anulado.
Los tiempos se acortan, la gran duda es si habrá respuestas departe de la dirigencia y si está comprende la gravedad del momento que atraviesa la Argentina y el Mundo.