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Para el presidente del INCAA, el subsidio al cine local «divorció a la producción audiovisual de la audiencia»

El presidente del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) visitó Mendoza para interiorizarse acerca de las políticas públicas de la industria audiovisual de la provincia. Carlos Pirovano aprovechó para hablar sobre la gestión que pretende implementar en el organismo cuestionado en la era Milei por ejercicios «deficitarios».

Haciendo comparaciones con la gestión anterior y cuestionando sus modos de gestionar la cultura, Pirovano anunció que aplicará una política en función del desarrollo de las personas que hacen a la industria. Para él, el INCAA cometía el error de «financiar productos y no apoyar desarrollos personales». Además, criticó las formas de subsidios que se otorgaban y que provocaron un divorcio entre la producción audiovisual y la audiencia.

«El cine argentino llegó a lo que pasó en 2023, que de las 236 películas que se estrenaron el año pasado, 100 tuvieron menos de 1.000 espectadores, 200 tuvieron menos de 10.000 y solamente 3 tuvieron más de 300.000″, analizó y cuestionó la Ventanilla Continua, ese mecanismo de asignación de subsidios por medios electrónicos que otorgaba el INCAA y en el que «no importaba si la gente veía o no la película».

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Pirovano anticipó que desde el INCAA no se darán más subsidios a películas que después

Pirovano anticipó que desde el INCAA no se darán más subsidios a películas que después «no las ve nadie».

Foto: Axel Lloret /Diario UNO

El economista y dirigente del PRO propuso además volver al concurso insignia del INCAA, el Raymundo Gleyzer, que cuando en marzo asumió su cargo «estaba totalmente desfinanciado«. Y detalló que tomó el organismo con un déficit de 4 millones de dólares que -aseguró- hoy ya está equilibrado tras una «motosierra» en las cuentas internas para su funcionamiento, sea en empleados como en alquiler de espacios en todo el país.

Ante el fuerte reordenamiento del instituto del cine argentino, y frente a políticas culturales en las que el presidente Javier Milei marca su impronta, Carlos Pirovano defiende la idea de acabar con un Estado intervencionista y generar estrategias para volver a atraer inversiones privadas al sector audiovisual.

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El INCAA trabajará sobre el desarrollo del capital humano

En este contexto, el presidente del INCAA advirtió que «las productoras están muy a la defensiva» acerca de las reformas que se están dando en el organismo. A él, que no viene del palo cinematográfico pero sí tiene experiencia en la ejecución de la «economía de estímulos» para las industrias creativas, lo tiene sin cuidado porque está convencido de que los valores liberales del gobierno de Milei están acabando con «20 años de decadencia».

Pirovano, quien durante 8 años fuera funcionario de Mauricio Macri en su jefatura de gobierno porteño, forma parte de la agrupación Apertura Republicana, que expresa las ideas liberales dentro de PRO, y apoyó en la última elección presidencial a Patricia Bullrich. Justamente a Mendoza vino para acompañar el lanzamiento de la filial Mendoza de su línea política.

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Pirovano estuvo en el lanzamiento de la filial Mendoza de su agrupación dentro del PRO, Apertura Republicana.

Pirovano estuvo en el lanzamiento de la filial Mendoza de su agrupación dentro del PRO, Apertura Republicana.

Foto: Axel Lloret /Diario UNO

El hombre conoce la provincia, vivió aquí durante un año (entre 1999 y el 2000) cuando era gerente de una AFJP. «Tengo muchos amigos en Mendoza, y tuve novia en Mendoza», reveló en entrevista con Diario UNO. No obstante, reconoció que tiene «una idea institucional» de cómo está la industria audiovisual en Mendoza, aunque afirmó que «es de las provincias que tiene el mayor desarrollo» del cine nacional. «Acá tienen políticas públicas que son de las más razonables de la Argentina», dijo.

-En tu gestión al frente del INCAA, ¿qué te proponés y cómo estás transitando este camino un tanto desconocido para vos?

-(Interrumpe). No es tan desconocido. Soy economista, pero mi área de trabajo es lo que se conoce como la economía de los estímulos. Durante 8 años fui subsecretario de Inversiones de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires. Yo armé el distrito audiovisual, el distrito de las artes, el distrito tecnológico. Así que tengo algún desarrollo en esa línea. Es cierto que no pertenezco ni soy un miembro de la industria audiovisual pero sí he hecho políticas públicas dentro de lo que son los distritos creativos. La industria creativa marca de alguna manera cuál es el principal insumo sobre el que hay que trabajar para desarrollar la industria, que es la gente. Cuando direccionás ese enfoque, te das cuenta de dónde estuvo el error de las políticas públicas estos años. El error estuvo en financiar productos y no en apoyar desarrollos personales.

La industria creativa marca de alguna manera cuál es el principal insumo sobre el que hay que trabajar para desarrollar la industria, que es la gente. El error estuvo en financiar productos y no en apoyar desarrollos personales. La industria creativa marca de alguna manera cuál es el principal insumo sobre el que hay que trabajar para desarrollar la industria, que es la gente. El error estuvo en financiar productos y no en apoyar desarrollos personales.

-¿Y cómo vas a aplicar esa política que destaque el capital humano dentro de la industria del cine?

-La industria estaba muy descuidada. En los últimos cuatro años no se hizo ni un concurso de óperas primas. El concurso más tradicional del INCAA, el Raymundo Gleyzer, estaba totalmente desfinanciado. Entonces, había que librar recursos para poder volver a ese objetivo. Estamos sacando un concurso de guion terminado porque no había concurso de guiones, que es la base para el desarrollo de la industria. Otros concursos que sacaremos son los de proyectos, de preproducción, producción, postproducción, el de ópera prima y ópera segunda, documental, ficción, animación. Así es como vamos a trabajar sobre las personas, sobre la gente, el capital humano. Sí va a haber una línea industrial, acotada a la cantidad de plata que tengamos y a películas que puedan acreditar a audiencia.

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El cine argentino se divorció de la audiencia

Carlos Pirovano hizo memoria para destacar que «originalmente, la ley de cine del ’94 daba los subsidios después de que la película estaba estrenada, te daban el 70% de lo que recaudabas, pero eso se dejó de aplicar así en los últimos años». Rememoró que «el cine tuvo una crisis al principio de la década de los ’90 con la llegada de los videoclubes, los productores no conseguían ingresos y por eso inventaron otro subsidio que se llamó de medios electrónicos (Ventanilla Continua)». Esto devino en una política cultural a la que «no importa si la gente ve o no la película«.

«Este subsidio, con muy buenas intenciones, divorció a la producción audiovisual de la audiencia. La conclusión es que hoy tenemos un cine argentino que la gente no va a ver, no llega. Para tener el subsidio, sólo tenés que estrenar, no te piden ni una audiencia, ni una persona que vea tu película», señaló.

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Afiche de

Afiche de «Muchachos», uno de los únicos 3 filmes que el año pasado lograron una audiencia de 300.000 espectadores.

El cine argentino llegó a lo que pasó en 2023, de las 236 películas que se estrenaron el año pasado, 100 tuvieron menos de 1.000 espectadores, 200 tuvieron menos de 10.000 y sólo 3 tuvieron más de 300.000, de las cuales 2 fueron las del Mundial: ‘Elijo creer’ y ‘Muchachos’. El divorcio es evidente. El cine argentino llegó a lo que pasó en 2023, de las 236 películas que se estrenaron el año pasado, 100 tuvieron menos de 1.000 espectadores, 200 tuvieron menos de 10.000 y sólo 3 tuvieron más de 300.000, de las cuales 2 fueron las del Mundial: ‘Elijo creer’ y ‘Muchachos’. El divorcio es evidente.

-¿Qué proponen del otro lado los cineastas para subsanar esta falencia? ¿Qué creés vos que ellos quieren?

-Siento que las productoras están muy a la defensiva; más que los cineastas, porque el cineasta es el arquitecto, el artista, y la productora es el desarrollador de ese arte, la que junta los talentos y hace la producción audiovisual. Hay un núcleo de productores jóvenes que entienden el negocio y que funcionan muy bien. Acá en Mendoza hay muchos productores, sobre todo del nicho de cine del terror, que funcionan muy bien. Logran producciones direccionadas a su audiencia. Y después tenés una amplia gama de gente que hace producciones que no les importa que la gente las vea. Esa es la verdad. No consiguen inversores privados y ni siquiera tienen el ejercicio de buscar inversores porque viven de los subsidios. Y eso no está bien. El subsidio es una ayuda que tiene que complementarte. No podés hacer una película con un subsidio porque no alcanza. Terminás haciendo una película técnicamente mala, y te hacés de un subsidio que sólo te sirve para vivir vos; y lo disfrazás con la pátina de “soy artista”.

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El INCAA y su nueva forma de interpretar el federalismo

-¿Cómo estás encarando el financiamiento dentro del INCAA?

-El INCAA se financia por dos impuestos que así lo establecen. El 30% del financiamiento del INCAA viene del impuesto al cine, se paga a través de la taquilla, de la entrada al cine. Y el 70% restante de los recursos vienen del impuesto a los medios, en la venta de publicidad por ejemplo. El año pasado la plata no alcanzó. El Estado le dio al INCAA 2 millones de dólares más de aportes del Tesoro. Y además dejaron un déficit de 2 millones de dólares. Es decir, asumimos el INCAA con un déficit de 4 millones de dólares. Y hoy hicimos un reordenamiento muy fuerte y estamos en equilibrio. La idea ahora es liberar más recursos. Si la plata del INCAA se va en empleo y alquileres, no va a ir al cine.

Asumimos el INCAA con un déficit de 4 millones de dólares. Y hoy hicimos un reordenamiento muy fuerte y estamos en equilibrio. La idea ahora es liberar más recursos. Si la plata del INCAA se va en empleo y alquileres, no va a ir al cine. Asumimos el INCAA con un déficit de 4 millones de dólares. Y hoy hicimos un reordenamiento muy fuerte y estamos en equilibrio. La idea ahora es liberar más recursos. Si la plata del INCAA se va en empleo y alquileres, no va a ir al cine.

-¿Cuánto recauda aproximadamente el INCAA?

-El INCAA recauda más o menos 15 millones de dólares al año. Y de esos 15 millones de dólares, 12 millones se iban entre alquileres y empleo.

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De los 15 millones de pesos que recauda el INCAA, unos 12 iban a parar a sueldos y alquileres, según informó el presidente del organismo.

De los 15 millones de pesos que recauda el INCAA, unos 12 iban a parar a sueldos y alquileres, según informó el presidente del organismo.

-¿Cuál es tu idea respecto a la federalización del cine?

-Cada provincia tiene un estadio de desarrollo con respecto a la industria audiovisual. No es lo mismo en Mendoza que en Catamarca. Por lo tanto, la relación del INCAA con Mendoza no puede ser igual a la que tenga con Catamarca. Catamarca tiene que empezar con los palotes y Mendoza ya tiene una industria. Entonces, el diálogo con alguien que ya ha hecho sus deberes es distinto del diálogo con alguien que recién está empezando a ver cómo desarrolla una industria cultural. El federalismo tiene que empezar por las provincias. El federalismo no empieza en un Estado federal que da plata porque eso nos crea federalismo. Federalismo es ser adulto, es que la provincia toma sus decisiones y elabora sus políticas. Y esto es lo que vamos a estar promoviendo, la adultez de las provincias. Si la provincia genera políticas adecuadas para el desarrollo de la industria, nosotros nos acomodamos a esa política que hace la provincia y vemos cómo acompañamos. Te voy a dar un ejemplo: Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, tienen políticas de cash rebate, de promoción a la filmación en cada uno de sus territorios. Algo que queremos hacer es que desde el gobierno nacional se promueva un tax rebate espejo con ese cash rebate. Entonces, si Mendoza pone 200 millones de pesos en la industria audiovisual, el Estado Nacional pone otros 200 millones. De este modo, promovemos que las propias provincias desarrollen sus políticas y acompañamos esas políticas.

El titular del INCAA, Carlos Pirovano, explicó que su idea es acompañar las políticas públicas que las provincias generen sobre la industria audiovisual. Por eso anticipó que desde el gobierno nacional buscará promover un tax rebate espejo con los cash rebate que se dan en Mendoza.

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A la caza del sector privado para que vuelva a invertir en cine

-¿Qué rol jugará en tu gestión el sector privado?

-El cine, durante todo el siglo XX fue un gran atractor de inversor privado con gente que ponía plata en películas, los productores conseguían inversores. Ese tipo de inversores se mudó a la industria de la tecnología. Esto pasó porque los subsidios hicieron tan fácil la tarea al productor que dejó de hacer el trabajo de conseguir inversores. El famoso pitching de los emprendedores tecnológicos que están todo el día buscando a alguien que les banque el proyecto, eso no existe casi en el cine de hoy. El productor se transformó en un gestor de subsidios. El sector privado tiene que volver a la industria audiovisual, pero para eso necesitamos que el sector entienda claramente que tiene un objetivo que es llenar cines. Si llena los cines, gana plata. Si gana plata, es negocio. Si es negocio, consigue inversores.

-En el medio, en lugar del videoclub están las plataformas digitales y la gente va menos al cine…

-(Interrumpe). Eso es un mito. A principios de los ‘90, con la aparición de los videoclubes, el cine empezó a caer hasta el ’96 o ‘97 que los cines se reconvirtieron con salas más pequeñas, para 300 o 400 personas, por lo cual, la oferta cinematográfica aumentó. Y la gente volvió al cine. En términos de audiencia, en el 2023 hubo 45 millones de personas que fueron al cine en la Argentina. En el 2014, hubo 44 millones y medio. O sea, en 10 años la gente sigue yendo igual al cine. La gente va al cine, en promedio, una vez al año. Ahora, la gente está yendo cada vez menos a ver cine nacional. En lo que va del 2024, el 17% de los argentinos vio una película argentina. En el 2023, el 7%. Entonces, hagamos un poco de autocrítica y dejemos de echarle la culpa al espectador.

En el 2023 hubo 45 millones de personas que fueron al cine en la Argentina. En el 2014, hubo 44 millones y medio. O sea, en 10 años la gente sigue yendo igual al cine. Ahora, está yendo cada vez menos a ver cine nacional. En el 2023 hubo 45 millones de personas que fueron al cine en la Argentina. En el 2014, hubo 44 millones y medio. O sea, en 10 años la gente sigue yendo igual al cine. Ahora, está yendo cada vez menos a ver cine nacional.

Pirovano admitió que «la gente va a ver ‘Intensamente 2’, pero también es cierto que va a ver ‘Siempre habrá un mañana’, la película italiana que la vio muchísima gente este año y no fue en salas pochocleras”. Con esto argumentó que «hay que buscar al sector privado que quiera invertir también en este tipo de cine, con películas bien hechas que tengan su nicho, su audiencia».

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De acuerdo a la visión de Pirovano, para reconciliar el cine argentino con la audiencia los productores deben buscar inversiones privadas que hagan mejorar la calidad de sus películas, y no quedarse sólo con los subsidios del Estado.

De acuerdo a la visión de Pirovano, para reconciliar el cine argentino con la audiencia los productores deben buscar inversiones privadas que hagan mejorar la calidad de sus películas, y no quedarse sólo con los subsidios del Estado.

Foto: Axel Lloret /Diario UNO

Ahora, si lo que vamos a hacer es decir: ‘yo hago pan, que venga el Estado y me ayude a venderlo’, así no vamos a ningún lado. El panadero sabe que tiene que hacer el pan, ponerlo en la panadería, atender bien a sus clientes, venderlo. Lo mismo tiene que hacer el productor de cine. Ahora, si lo que vamos a hacer es decir: ‘yo hago pan, que venga el Estado y me ayude a venderlo’, así no vamos a ningún lado. El panadero sabe que tiene que hacer el pan, ponerlo en la panadería, atender bien a sus clientes, venderlo. Lo mismo tiene que hacer el productor de cine.

-O sea, el productor tiene que ver a la industria como un negocio…

-Un negocio distinto. Un negocio que te enriquece mucho más porque estás haciendo cosas importantes, pero tampoco esto de denigrar a los otros negocios. Porque un restaurante es un negocio, y un chef siente su trabajo como un arte. Lo mismo pasa con una panadería y lo mismo pasa con una ferretería. Todos le damos sentido a nuestra vida a través de nuestro trabajo, si lo hacemos con amor. Entonces, todo tiene un valor cultural.

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El titular del INCAA promueve los valores liberales de Milei

-Además, aprovechás tu visita para un mitin netamente político partidario…

-Guillermo Mosso, Carlitos Aguinaga y Sergio Miranda están lanzando la agrupación La Apertura Republicana, a la que pertenezco en la Ciudad de Buenos Aires. Tenemos gente en provincia de Buenos Aires también, es el grupo liberal del PRO. Nos hemos agrupado un montón de referentes que venimos de la militancia liberal de hace muchos años. Hacíamos militancia universitaria en la década del ‘80, en UPAU, que era la agrupación universitaria liberal de aquella época. Tenemos una trayectoria, nos hemos juntado ahora para empezar a trabajar promoviendo los valores liberales del PRO.

-Lo hacen para fortalecer el movimiento mileísta, me imagino…

-El fenómeno Milei es algo que nos llena de orgullo. Por primera vez hay un presidente liberal en la Argentina que ha hecho un cambio profundísimo. Bajar el gasto público del 44% al 32% que está ahora, es el ajuste fiscal más importante de los últimos 60 años. Es un cambio cultural fabuloso y que merece y requiere ser apoyado. Entonces, nos juntamos para ratificar este rumbo, para que Argentina abandone la decadencia en los últimos 20 años.

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