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Acusó a su amigo y dijo: “Le presté mi auto para que buscara a su novia, no la droga”

David Ayala (24) y Jonathan Josué German (25) fueron detenidos durante la tarde del domingo 21 de agosto de 2022 tras una persecución entre Jardín América e Hipólito Yrigoyen por parte de una patrulla de Gendarmería Nacional en cuyo control sobre la ruta nacional 12 (kilómetro 1.434) se negaron a detenerse e intentaron escapar con un automóvil cargado con cien kilos de panes de marihuana prensada y cogollos.

El Volkswagen Gol negro estaba conducido por Jonathan German, oriundo de Panambí y lo acompañaba su “amigo desde la infancia” de Los Helechos, David Ayala. El intento de fuga les permitió ingresar a un camino terrado de yerbal. Fueron 500 metros, el estado era pésimo para un vehículo de ciudad. Lo abandonaron y Ayala fue atrapado a los pocos metros por un efectivo del Escuadrón 11 “San Ignacio” de Gendarmería.

German desapareció en el monte y lo ubicaron pocos minutos después, cuando caminaba sobre la banquina de la ruta 12 rumbo a Jardín América. Los peritos de criminalística lo observaron cuando se dirigían hacia el Gol negro para su labor de rigor. Cuando cruzaron la información con los efectivos del procedimiento la detención se logró de inmediato.

Ambos fueron acusados por “transporte de estupefacientes y desobediencia a la autoridad”, German como autor y Ayala como partícipe secundario. Ayala aceptó un juicio abreviado y recuperó la libertad porque la condena acordada con la fiscal Vivian Andrea Barbosa fue de dos años de prisión.

DEFENSORA OFICIAL. Susana Beatriz Criado pidió el mínimo de la pena por transporte
Este acuerdo para nada tranquilizó a German quien decidió ir a debate oral ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas y apostar por su coartada: los 99,085 kilogramos de marihuana no eran suyos.

Yo le presté el auto a David para que fuera a buscar a la novia y los estaba esperando en la ruta, no para que buscara droga. Gendarmería dice que yo corrí, que yo atropellé el control en la ruta con el auto. Yo no conocía el lugar, no fui a buscar la marihuana. El celular que encontraron tampoco era mío, era de Ayala. No me dieron la oportunidad de declararlo cuando pedí y ahora no estoy de acuerdo que le den dos años nomás y ya está libre por partícipe secundario”, dijo

Yo no estaba en el Gol cuando David volvía con la droga. Yo lo esperaba en la estación de servicio, no caminando en la ruta como dice Gendarmería”.

Los tres gendarmes del control en la ruta 12 declararon ayer ante los jueces TOF de Posadas, Fabián Gustavo Cardozo, Manuel Alberto Jesús Moreira y Víctor Alonso (subrogante), la fiscal Vivian Barbosa y la defensora oficial Susana Beatriz Criado.

Se escucharon relatos coincidentes del procedimiento y los alegatos de Barbosa fueron en sintonía: “La prueba objetiva cumplió su labor verificadora. Ambos fueron detenidos en flagrancia, en la comisión del hecho delictivo (…) La droga estaba en el auto de German, él lo condujo y su amigo lo acompañaba. La coartada de la culpa del otro y la exculpa propia es una intención mendaz. No acataron las dos órdenes de frenar ante la fuerza pública. Ayala fue detenido, lo describió y apuntó a German (como el conductor)”.

FISCAL FEDERAL. Vivian Andrea Barbosa solicitó cinco años de pena por ambos delitos.
Cuando German fue descubierto y lo trasladaron al lugar del procedimiento reconoció que el teléfono era suyo”. A esta confesión, que obra en el expediente, se sumaron los resultados del análisis al aparato. Mensajes de pedidos de marihuana a proveedores, especialmente “flores o cogollos”.

Barbosa solicitó cinco años de prisión efectiva como autor penalmente responsable de “transporte de estupefacientes (artículo 5, inciso D de la ley 23.737) y desobediencia a la autoridad (239 del Código Penal Argentino)”.

La evidencia y el despliegue del alegato acusador no fueron soslayados por la defensora Criado, pero instó al tribunal por un veredicto con la pena más leve por transportar la droga (cuatro años) y la absolución por “desobediencia”.

La decisión final fue el fiel de la balanza, el justo medio: cuatro años y seis meses para el tarefero y empleado de aserradero Jonathan German por transportar la droga y el beneficio de la duda por resistirse al control de Gendarmería.