Guilleromo Rolón, coordinador del programa de Cesación Tabáquica advierte que «los adolescentes creen que el vapeo es menos dañino, cuando en realidad, puede tener consecuencias severas en su desarrollo»
jueves 24 de octubre de 2024 | 6:00hs.
El consumo de vaporizadores y cigarrillos electrónicos ha aumentado de manera alarmante entre los adolescentes en Misiones, generando preocupación en el ámbito de la salud pública. Guillermo Rolón, coordinador del programa de Cesación Tabáquica del Ministerio de Salud de la provincia, expone los riesgos asociados con estas prácticas, que muchos adolescentes consideran inofensivas.
«El vapeo y los cigarrillos electrónicos están dentro de lo que consideramos productos del tabaco y son adictivos», afirma Rolón. A pesar de los mitos que rodean su uso, el especialista destaca que «no solo son perjudiciales a largo plazo, sino que causan daños inmediatos en el organismo, especialmente en los más jóvenes».
Rolón menciona que el consumo de estos dispositivos ha llegado a ser común en las escuelas, donde «los chicos piensan que no les hace mal y empiezan a probar, lo que puede llevar a una rutina adictiva similar a la del consumo de tabaco». Esta rutina se convierte en un acto social, donde vapear se asocia a momentos de encuentro, aumentando así el riesgo de adicción.
«Estamos viendo un descenso en la edad de inicio del consumo», alerta Rolón, subrayando que «los adolescentes creen que el vapeo es menos dañino, cuando en realidad, puede tener consecuencias severas en su desarrollo». Además, advierte sobre los efectos nocivos en el cerebro en crecimiento: «Las sustancias químicas pueden alterar el desarrollo cognitivo y emocional, impactando en su salud a largo plazo».
El coordinador también resalta la falta de información y concienciación entre los adolescentes: «La industria tabacalera ha hecho creer que el vapeo es una alternativa menos dañina, pero contiene nicotina y otros productos nocivos que afectan gravemente la salud».
Rolón subraya la importancia de la regulación y la educación en el tema: «Desde el año pasado, el Ministerio de Salud ha prohibido la comercialización y promoción de estos productos, y estamos trabajando en las escuelas para que los jóvenes comprendan los riesgos». En su mensaje a la comunidad, enfatiza que «debemos actuar como sociedad para proteger a nuestros chicos, asegurándonos de que entiendan que el vapeo no es inofensivo».
Con la creciente popularidad de los vaporizadores, la necesidad de una respuesta unificada y educativa es más urgente que nunca, para garantizar la salud y el bienestar de las futuras generaciones. «La información y la prevención son nuestras mejores herramientas en esta lucha», concluye Rolón.