Los ánimos tras el violento episodio que le tocó vivir el lunes a la noche al motodelivery Santiago Lafuente están al rojo vivo en Posadas.
Este jueves por la tarde, un grupo autoconvocado de compañeros de profesión de la víctima se congregó ante el negocio de Santiago Pissani, sobre la calle Barrufaldi,para reclamar más seguridad para el sector y protestar porque el agresor sigue prófugo.
Alrededor de 30 trabajadores de distintas empresas de mensajería se juntaron en la misma vereda donde fue atacado Lafuente y de inmediato se trasladaron hasta la avenida Uruguay, donde bloquearon el tránsito acompañados del estruendo de pirotecnia.
Al ser consultados sobre la medida de fuerza, voceros del grupo expresaron que “trabajamos 12 horas al día para juntar $10.000 aproximadamente, descontando los gastos de combustible y comidas, trabajamos igual si hace frío, calor, llueva o granice”.
También aseguraron que no es la primera vez que tienen algún tipo de incidente con Pissani, a quien ya tenían catalogado como un cliente “pesado” e incluso una de estas empresas ya lo tenía tachado para no tomar más sus pedidos por, justamente, los problemas que tuvo relacionándose con los motodeliverys.
Paralelamente, Pissani sigue prófugo y -según sus propias palabras- piensa esperar a que pasen las elecciones y que la situación se “enfríe” para presentarse ante la Justicia, a pesar de que supuestamente lo están buscando las fuerzas federales por orden del juez de Instrucción Nº7 de Posadas, Juan Manuel Monte.