Ya sea por razones de salud o morales, cada vez es mayor la tendencia en todo el mundo a optar por un estilo de vida vegetariano e ingerir sólo frutas y vegetales en su dieta.
Aún existen muchos mitos referentes al vegetarianismo y sus vertientes, por eso en el Día Mundial del Vegetarianismo, aportamos cinco datos importantes de esta tendencia:
1. La palabra vegetariano (vegetarian en inglés) es gracias a los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en el año 1842, y deriva de vegetus (en latín), que significa “completo, sano, fresco o vivaz”.
2. La Sociedad Vegetariana de Estados Unidos estableció el Día del Vegetariano el 1 de octubre de 1977 y fue ratificado por la “Unión Vegetariana Internacional” en 1978.
3. El término vegetariano engloba a todas las personas que en sus dietas no incluyen carnes de ningún tipo.
4. El vegetarianismo es considerado un estilo de vida que protege la vida de los animales, así como la longevidad de los recursos terrestres, con la ventaja de una vida más saludable.
5. Existen algunas variantes del vegetarianismo:
Ovo-Lacto-Vegatariano: Consumen alimentos de origen vegetal además de derivados de animales, como huevos y lácteos.
Ovo-Vegetariano: consumen alimentos de origen vegetal e incluye huevos.
Lacto Vegetariano: consumen alimentos de origen vegetal así como lácteos de origen animal y sus derivados.
API: son aquellos que también consumen miel.
Vegano: aquel que sigue una dieta exclusivamente basada en alimentos de origen vegetal, sin excepciones y excluye en cualquier área de la vida el uso de derivados de animales o de productos donde hayan participado animales que hayan sido explotados o sufrido.
Crudívoro Vegetariano: es aquel que come todo crudo, frutas, verduras, nueces, semillas, legumbres, cereales, brotes, etc. Es decir, no no cocina o calienta las comidas, prefiere ingerir todo en su estado natural para conservar sus atributos.
Frugívoro Vegetariano: solo consume frutos, generalmente crudos y de época. Esta es la forma de alimentación que más se acerca a la perfección alimenticia del ser humano, tanto por su calidad energética como por la no obstaculización de la ley de evolución.