Aunque la pandemia de COVID-19 ya no ocupa el primer plano mediático, el virus continúa afectando a la población en Argentina. Según el Dr. Hugo Pizzi, médico infectólogo, en 2023 el país registró 100.000 casos y 500 muertes asociadas a la enfermedad, muchos de ellos prevenibles. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el galeno recalcó la necesidad de actualizar las vacunas, dado que el virus ha seguido mutando: “Hoy en día, la vacuna de tecnología ARN ha demostrado ser eficaz, pero la gente no acude a vacunarse”.
La reticencia a la vacunación se ha extendido también a otras vacunas del calendario básico en niños. “Pasamos de un 82% de vacunación a menos del 70% en algunos calendarios”, afirmó Pizzi, quien subrayó que Uruguay y Chile han superado a Argentina en cobertura. Las razones de esta reticencia aún están en estudio, pero los expertos temen las consecuencias de este descenso en la inmunización infantil.
En cuanto a las secuelas del COVID-19, manifestó que siguen presentes en pacientes recuperados, incluidas alteraciones respiratorias, cardíacas y hasta problemas neurológicos. También mencionó el caso de un hospital en Santa Fe que estudió los efectos en mil personas asintomáticas, encontrando que el 30% presentaba secuelas, aunque menores, en su capacidad pulmonar y olfativa. “El virus ha dejado huellas profundas, incluso en aquellos que no presentaron síntomas en su momento”, afirmó el doctor.
Por último, Pizzi advirtió que el COVID-19 sigue representando un riesgo latente, especialmente debido a la falta de medidas de prevención y actualización de vacunas. Recalcó que el virus sigue mutando y que, aunque la situación es menos grave que en los primeros años de la pandemia, “el riesgo de hospitalización y complicaciones aún existe, especialmente entre quienes no han actualizado sus vacunas”.