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Depresión: prueban con éxito una nueva terapia de estimulación cerebral que puede realizarse en casa

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que al menos 280 millones de personas padecen depresión, un 18 % más que hace una década, lo que evidencia un alarmante crecimiento de este trastorno emocional.

El tratamiento habitual se realiza con medicamentos, psicoterapia o ambos. Pero recientemente un ensayo clínico a distancia demostró beneficios en una nueva alternativa. Las personas con depresión mayor podrían aliviar sus síntomas autoadministrándose una forma de estimulación cerebral eléctrica en casa, mediante un dispositivo similar a un gorro de natación que actúa suavemente en ese órgano.

El ensayo en fase 2 fue publicado en Nature Medicine y sus autores descubrieron que los pacientes que siguieron un tratamiento de 10 semanas tuvieron casi el doble de probabilidades de ver su depresión entrar en remisión que aquellos en un grupo de control que realizó el mismo procedimiento con la corriente desconectada. La tasa de remisión en el grupo de estimulación cerebral fue del 44,9%, en comparación con el 21,8% en el grupo de control inactivo.

“Este es un posible tratamiento de primera línea para la depresión”, dijo Cynthia Fu, profesora de neurociencia afectiva y psicoterapia en el King’s College de Londres y autora principal del estudio.

Y añadió: “También se puede utilizar para personas cuya depresión no ha mejorado con la medicación antidepresiva, para quienes no les gusta la medicación antidepresiva o que no quieren hacer psicoterapia”.

De acuerdo con Clínica Mayo, “la depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. También denominada trastorno depresivo mayor o depresión clínica, afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales”.

La terapia no invasiva, conocida como estimulación transcraneal con corriente directa (tDCS), está diseñada para estimular áreas del cerebro vinculadas con la regulación del estado de ánimo y aplica una corriente eléctrica débil e indolora a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo.

La tDCS hace que las neuronas en las regiones frontales del cerebro se activen más fácilmente, un efecto que se cree que tiene un impacto beneficioso en la red cerebral más amplia afectada por la depresión.

Investigaciones anteriores han explorado el uso de tDCS para tratar la depresión, pero este estudio se destaca por su escala de tiempo prolongada y su diseño remoto, basado en el hogar, que no requirió que los participantes hicieran visitas diarias a una clínica especializada.

En el ensayo, los investigadores se centraron en la corteza prefrontal dorsolateral, una región del cerebro implicada en la toma de decisiones que suele ser menos activa en personas con depresión. “La tDCS implica una pequeña corriente que facilita la descarga o activación de las células cerebrales”, afirmó Cynthia Fu.

La neurocientífica y sus colegas entrenaron a 120 mujeres y 54 hombres, todos ellos con diagnóstico de trastorno depresivo mayor, para utilizar el auricular tDCS y asignaron aleatoriamente a las personas al grupo de tratamiento o a un grupo de control.

El auricular contiene dos electrodos que aplican una corriente débil de hasta 2 miliamperios en la frente. Los participantes del grupo de tratamiento recibieron esa corriente en el cuero cabelludo (casi el 0,5 % de la cantidad que consume una bombita de 100 vatios) durante 30 minutos, 5 veces por semana durante las primeras 3 semanas y, luego, 3 veces por semana durante 7 semanas.

Los participantes del grupo de control usaron un auricular falso, que solo emitía un breve pulso de corriente al comienzo de cada sesión, imitando la sensación de la tDCS real sin proporcionar la misma estimulación.

Después de 10 semanas, las puntuaciones del grupo de tratamiento en una escala que mide los síntomas de depresión se redujeron en 9,41 puntos, mientras que la puntuación del grupo de control disminuyó en 7,14 puntos. De esta manera, quienes recibieron estimulación cerebral activa fueron los que más mejoraron: la tasa de remisión en ese grupo fue del 44,9%, en comparación con el 21,8% en el grupo de control inactivo.

Los auriculares se utilizaron además de otros tratamientos: muchos de los participantes del estudio tomaron antidepresivos y se inscribieron en psicoterapia durante al menos seis semanas antes del estudio.

Aunque estos hallazgos son alentadores, investigaciones anteriores han sugerido que la tDCS no funciona para todo el mundo. El año pasado, por ejemplo, un estudio de 150 personas descubrió que la tDCS no tenía efectos antidepresivos.

De todas maneras, “los ensayos con resultados positivos y negativos son importantes para investigar el potencial del método como tratamiento para la depresión”, dijo a Nature Frank Padberg, psiquiatra de la Universidad Ludwig Maximilian en Munich, Alemania. El siguiente paso debería ser entender por qué la tDCS funciona para algunas personas, pero no para otras, y buscar formas de personalizar el tratamiento, agregó. “Cada persona necesita diferentes dosis”, señaló el experto.

“Hace tres décadas, nunca hubiera pensado que esta estimulación tuviera algún efecto sobre el cerebro”, afirmó Padberg. Pero ahora que se sabe que la tDCS afecta a la actividad cerebral, “estoy bastante seguro de que algún día se podrá aplicar un método optimizado en la práctica clínica”, destacó.