El conductor de un auto de alta gama que volcó a más de 200 kilómetros por hora de velocidad en la ruta 51, fue imputado por la muerte de su amigo, Edgar David Bartes, que iba en el asiento del acompañante.
El asistente letrado de la fiscalía de Delitos Contra las Personas, Pablo Jávega, le atribuyó a Martín Rossini, de 53 años, el delito de homicidio culposo por la conducción imprudente y antirreglamentaria de un vehículo con motor, doblemente agravado por conducir en exceso de velocidad y con culpa temeraria, en carácter de autor.
Según las pericias, al momento del vuelco Rossini conducía excediendo el límite de velocidad permitido, haciéndolo al menos a 203 kilómetros por hora cuando la normativa aplicable en la zona establece que el máximo permitido es de 110.
Durante la audiencia, las partes acusadoras pidieron que se le imponga a Rossini la prohibición de mantener cualquier tipo de contacto, por cuatro meses, con un grupo de motoqueros con los que, anteriormente al hecho, el imputado y Bartes habían mantenido un encuentro.