Cansados de esperar más de siete meses para que se efectúe la demolición del galpón incendiado del Bajo Neuquino, padres y madres de la Escuela 207 pretenden arremangarse y comenzar a retirar  los materiales por su propia cuenta. 

A través de un comunicado, padres y madres de la escuela informaron que el próximo miércoles 30 de octubre realizarán una manifestación, a partir de las 10.30 horas en las puertas de la escuela. Solicitaron que lleven herramientas y elementos de seguridad para planificar el inicio de la demolición. 

Por el peligro de que se derrumbara la estructura afectada por las llamas, fue clausurada la escuela primaria lindante por prevención. La solución a corto plazo fue trasladar la institución educativa al Centro Recreativo Nayahue. El lugar fue reacondicionado con tráilers para que se pueda garantizar el dictado de clases. 

Sarai Umanzor, madre de un estudiante de la institución, comentó a Mejor Informado que los estudiantes «se están descompensando por el calor porque no hay buena ventilación en lo que sería supuestamente las aulas, no hay buenas ventanas. Hoy, por ejemplo, no hay clases por problemas de agua, que no es la primera vez que pasa», expresó. 

Las últimas novedades que recibió la comunidad educativa fue el anuncio de un acuerdo establecido durante un proceso de mediación realizado en la fiscalía de Neuquén entre el Banco Galicia, propietario del galpón incendiado, la sindicatura de la quiebra de Lucaioli, empresa que alquilaba el lugar, la Municipalidad de Neuquén y el Ministerio de Educación. 

El acuerdo establecía el inicio de la demolición bajo la administración del inquilino, la financiación de la entidad bancaria y el acompañamiento administrativo de la municipalidad. Sin embargo, los padres autoconvocados denunciaron que aún no se han iniciado las obras y que el galpón continúa en estado de abandono, sin seguridad. 

La semana pasada, funcionarios del Consejo Provincial de Educación dialogaron con padres en Nayahue y aseguraron que no pueden iniciar las obras de mantenimiento en la escuela porque no se pueden realizar labores por el potencial peligro de derrumbe del galpón incendiado. 

“El Banco Galicia, los síndicos de la quiebra de Lucaioli, el Ministerio Público Fiscal,  el Ministerio de Educación y la Municipalidad de Neuquén han demostrado tener poco interés en resolver la situación lo más pronto posible. Tendremos que arremangarnos y poner manos a la obra por nuestros propios medios”, advirtieron.