En el mes de octubre, la percepción pública sobre el gobierno mostró un incremento, devolviendo la confianza al tablero político con un aumento del 12,2%. Este nivel casi compensa por completo la caída experimentada en septiembre, según el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) desarrollado por la Universidad Torcuato Di Tella. Este indicador alcanzó los 2,43 puntos en la escala de 0 a 5 que utiliza esta prestigiosa universidad para medir la sensación nacional.

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Históricamente, este incremento sitúa la confianza actual en un 21,7% más alta que en el mismo mes de 2020, contexto del primer año de gestión de Alberto Fernández, todavía un 7,9% por debajo de octubre de 2016 al inicio de la presidencia de Mauricio Macri, lo que refleja el contexto variable de la política en Argentina.

El informe mensual de la Universidad Torcuato Di Tella destaca una mejora en los cinco aspectos cruciales que contempla su encuesta.

La ciudadanía alimenta ahora una perspectiva más positiva en cuanto al disgusto con el interés general, que mejoró a 2,05 puntos con un aumento del 13,1%. La apreciación de la eficiencia gubernamental se traduce en un crecimiento del 11,9%, ubicándose en 2,05 puntos. Los resultados son aún más impresionantes en la administración del gasto público, con un ascenso del 15,9%, llegando a los 2,35 puntos. La percepción de la honestidad de los funcionarios también mejoró, alcanzando los 2,71 puntos con un avance del 12,9%. Finalmente, la capacidad de resolver problemas nacionales mejoró un 8,4% en comparación al resultado anterior.

La percepción ciudadana, medida a través de una extensa consulta nacional, presenta variaciones significativas entre segmentos de la población. Los hombres, por ejemplo, experimentan un mayor sentido de seguridad en comparación con las mujeres, habiendo indicado un ICG de 2,69 puntos contra el 2,17 de las encuestadas. Los individuos mayores de 50 años fueron los que más elevaron su confianza, registrando un ICG de 2,48. Por el contrario, los más jóvenes entre 18 y 29 años evidenciaron una notable caída del 16% en su confianza.

Regionalmente, los ciudadanos del interior del país reflejan mayor optimismo con un incremento del ICG a 2,64 puntos. Los residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires manifestaron una leve mejora, alcanzando 2,27 puntos; sin embargo, en el Gran Buenos Aires, la valoración permaneció inalterada en 2,03 puntos.

La confianza continúa siendo un motor clave en la configuración del paisaje político nacional, impactando no solo en la administración sino también en la política regional, respaldada en la obtención de datos robustos a través de consultoras como Poliarquía, las cuales aportaron a este estudio encuestas realizadas vía telefónica a más de mil adultos en poblaciones superiores a los 10,000 habitantes en todo el territorio nacional.