Congelar alimentos es una práctica habitual que ofrece varios beneficios, desde la conservación del sabor y la textura hasta la comodidad de tener alimentos listos para su uso prolongado. Sin embargo, hay ciertas pautas que deben seguirse para garantizar su seguridad y calidad.
La importancia de congelar adecuadamente
Congelar alimentos es más que simplemente guardarlos en el congelador. Según el microbiólogo Keith Schneider de la Universidad de Florida, es seguro congelar alimentos calientes directamente sin riesgo de contaminación. Esto es un alivio para muchos, ya que elimina la necesidad de esperar a que se enfríen. No obstante, para optimizar este proceso, Schneider sugiere dejar que los alimentos alcancen los 54 °C o separarlos en recipientes no mayores a 10 cm de profundidad. Esto permite un flujo de aire adecuado y una disipación del calor eficiente.
El factor crucial de la temperatura
Mantener los alimentos en condiciones seguras es vital para evitar la proliferación de bacterias. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomienda no dejar los alimentos fuera del refrigerador por más de dos horas. Esta medida es especialmente importante para carnes y productos frescos. La congelación rápida es otra recomendación de la USDA para evitar los daños causados por grandes cristales de hielo. Una capa delgada dentro del congelador puede acelerar este proceso, asegurando así una mejor conservación de calidad.
Respetando tiempos de congelación
No todos los alimentos retienen la misma calidad a lo largo del tiempo. El Banco de Alimentos de Buenos Aires sugiere que los tiempos de congelación ideales varían: carnes frescas pueden durar de 2 a 6 meses, mientras que frutas y verduras pueden mantenerse de 8 a 12 meses. Las condiciones óptimas varían en función del alimento y el método de congelación. Cada tipo de comida tiene su propio «punto óptimo de frescura». Si se observa este punto, es difícil que los alimentos pierdan calidad con el tiempo.
Métodos seguros de descongelación
Descongelar correctamente es tan importante como el congelado en sí. Técnicas seguras incluyen el uso del refrigerador, agua fría y el microondas. Cada método tiene sus ventajas y elegir dependiendo del tipo y cantidad del alimento es crucial para evitar problemas de salud asociados con la proliferación bacteriana.
Volver a congelar: Precauciones necesarias
Volver a congelar alimentos debe hacerse con cautela. Según la FDA y USDA, esto es posible si los alimentos se descongelaron en el refrigerador, aunque no se recomienda realizarlo repetidamente ya que afecta la calidad. Si han sido descongelados por métodos más rápidos, como el microondas, es imprescindible cocinarlos antes de un nuevo congelamiento.