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Entre alfajores y sushi, Cutral Co potencia a sus emprendedores

Sushi con toques bien patagónicos


Queremos la gente venga y se lleve una experiencia”, dijo Franco Vázquez, el propietario de la casa de comida fusión oriental que desde hace siete años se volcó a ofrecer estos sabores al público de Cutral Co y Plaza Huincul.

Ya instalado en su local desde hace cuatro años -empezó en 2020- logró consolidarse y pasar de solo una noche temática en un bar de Plaza Huincul, una vez a la semana, a abrir en su espacio propio de lunes a sábados.

Franco Vazquez en plena elaboración de uno de sus platos.

Cuando empecé la meta fue siempre tener un local propio y lo logramos desde septiembre de 2020”, contó Franco, dueño de Iwao Sushi. Se dedica a la cocina fusión: “tenemos sushi, que es japonés. No se traerán los ingredientes de Japón, pero si usar para una receta los mejores ingredientes de la zona”. Ofrecen platos con truchas o conservas de piñones.

Ahora amplió la carta y hacen una propuesta completa de sushi. “Tenemos 30 rolls y todos los adicionales como falafel. Todo referido a comida oriental, pollo frito, con opciones vegetarianas y variedades sin TACC”. Además, incluyen ensaladas.

Imagen de Villa Llanquín: Gastón Alday, el chef que vuelve a sorprender esta temporada A pesar de haber iniciado con la venta en un escenario difícil como lo fue la pandemia, eso le permitió acomodarse. Al no poder salir de sus casas, se organizaron con el delivery. “Nos afianzamos ahí. A pesar de que hubo momentos que teníamos salidas por DNI, horario reducido, venir a cocinar por dos o tres horas”, aclaró.

La propuesta se ubica en el barrio Parque Oeste y ese es tal vez uno de los reclamos que le plantean algunos clientes, para que se instalen en el centro. “Afianzar el trabajo en los barrios para que no todo quede concentrado en el centro”, dijo.



El chef explicó que, si bien no fue el primero de ofrecer sushi en Cutral Co y Plaza Huincul, si es quien abrió una brecha, instalaron el producto haciendo que sea cotidiano y que de manera constante tiene la propuesta.

El emprendimiento aprendió a sortear también el proceso inflacionario porque el 90% de los insumos son importados. “El público de todas maneras, valora nuestro trabajo y nos sigue eligiendo, a pesar de eso continúan comprando”, relató. El desafío más cercano es poner un local a la calle con mesas. “Cocinar a la vista, es nuestra meta”, mencionó. Mientras tanto, continúa con las puertas abiertas para retiro en el local y delivery.

Otro de los ofrecimientos que tiene Iwao son las clases noches temáticas -tanto en bares- como en domicilios particulares que los contratan. Se les brinda una clase teórica y práctica a los participantes, arman sus rolls y luego Franco prepara toda la cena con el postre. Junto al chef se desempeñan tres empleadas que realizan las tareas de ayudante de cocina y atención de pedidos.

El menú en braille

Una de las novedades que incorporó esta propuesta es que el menú de papel (el físico) tenga el acceso a la lectura en braille para personas ciegas. Es una iniciativa que presentó ante la concejala Elida González.

Menú en braille, la mejor propuesta inclusiva de un local.

Fue confeccionado luego del trabajo que hizo Franco con familiares de las personas que tienen esta condición. El sistema de lectura y escritura táctil les permitirá elegir su menú, y es una forma más de inclusión.

De Mendoza a Cutral Co para hacer los más ricos alfajores


Las siete variedades de alfajores artesanales y las trufas que elabora Natalia Ochoa le permitieron, a lo largo de estos cuatro años, empezar a soñar con que se transforme en su medio de vida. Barranca Zonda es la marca que identifica a sus productos con el que recorre las diversas ferias.

“En plena pandemia viajé a Mendoza porque mi madre estaba allá. Con mi esposo nos mandábamos recetas de postres, comidas, hasta que encontré en un diario local una receta de alfajores, tipo marplatense, genérico”, explicó Natalia.

Natalia Ochoa, con los alfajores de frutas.

Su oficio de peluquera, que ejerce desde hace 23 años, empezó a dejarlo de lado desde que descubrió la posibilidad en la elaboración de los alfajores, en noviembre de 2020. En marzo de 2021 participó de la primera feria donde pudo ofrecer sus alfajores para la venta.

Estudiamos, modificamos, pensamos por qué esta harina, por qué la miel, qué rellenos. Alfajores hay 10 miles y cada uno tiene su toque. La masa que nos quedó tiene una base de pimienta y licor, que resalta el sabor del relleno. Aunque al principio hubo otras, hoy, las variedades que ofrecen son siete: dulce de leche: blanco y negro; bon o bon blanco y negro; frambuesa; el último que es el de naranja y limón con crema comarca. Además, de las trufas que surgieron como una forma de aprovechar las galletitas. “Las trufas son un beso al alma, son ricas y livianas”, apuntó.



En el afán de buscar alternativas, también hace un año atrás empezó a elaborar ganache de naranja. “Los sabores son cíclicos. Este último tiempo están pidiendo el de frambuesa, dulce de leche y el blanco lo incorporo porque hay personas que les gusta el chocolate blanco. Me preguntan si es merengue, pero no, es chocolate”, aclaró Natalia.

El fuerte de comercialización son las ferias. En este recorrido estuvieron en Chos Malal, en Aluminé, en otros circuitos regionales. Este último tiempo no están saliendo de la comarca petrolera por cuestión de movilidad, pero además ofrecen en la oficina de turismo de Plaza Huincul y por las redes sociales.

Los alfajores y trufas se venden bajo la marca de Barranca Zonda. El origen del nombre es porque Natalia es mendocina de nacimiento y neuquina por adopción. “Es un paso entre las dos provincias, tenemos barrancas en Mendoza y en Neuquén”, indicó.



El nombre de los alfajores tiene además la particularidad que tanto la B de Barranca y la N de Zonda están al invertidas. Refieren a las iniciales del nombre de su hijo Benjamín y al suyo, ambos con la condición de dislexia. “Por eso están invertidas, es un modo de representarnos”, concluyó. El mayor deseo de esta emprendedora es que este proyecto se transforme en el medio de vida para su familia. Y van a trabajar para que ello así ocurra.