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La música, el nuevo campo de batalla contra la inteligencia artificial

La industria musical vive días agitados desde la aparición de la inteligencia artificial. Es que, a medida que la situación fue avanzando, empezó a crecer la posibilidad de escuchar cosas que jamás hubiéramos imaginado… y esto chocó de frente con varias cuestiones, entre ellas, el derecho de autor y los intereses de las discográficas.



Hace solo algunos días, se publicó en TikTok el tema “Heart on my sleeve”, una supuesta colaboración entre Drake y The Weeknd, que se viralizó rápidamente. Es que la canción era, en efecto, muy buena. No solo eso: sonaba increíblemente real. Y si remarcamos eso es porque, ya lo imaginarán, no lo era. Era un invento mediante inteligencia artificial, realizado por el usuario Gostwriter977.

El proceso de creación fue explicado por Roberto Nickson, cofundador de MV3, en su cuenta de Twitter (ver aparte), pero básicamente implicaba un reemplazo de voces y el entrenamiento de la IA. Lo dicho la semana pasada, en el experimento realizado en estas mismas páginas: si la inteligencia artificial es entrenada, los avances en su producción son notorios.

La canción “explotó” en las redes. Solo en TikTok acumuló más de 15 millones de reproducciones. Y a eso hay que sumarle 20 millones más en Twitter, 625 mil en Spotify y más de 275 mil en YouTube. O sea, estamos hablando de casi 36 millones de reproducciones, números que muchas canciones conocidas sueñan con alcanzar.

Obviamente, la industria musical no iba a quedarse de brazos cruzados. Quienes han frecuentado las redes conocen lo exigentes que son las discográficas respecto a los derechos de propiedad, y Universal Music Group (UMG) es quizás el ejemplo más paradigmático de este tipo de posturas.


Desde UMG comenzaron enviando cartas legales con amenazas para que las distintas plataformas eliminaran el contenido falso, y fue cuestión de horas para que hallar la canción se volviera un asunto complicado. ¿Significa esto que “Heart on my sleeve” ya no existe? No, de hecho puede encontrarse si uno afina la búsqueda, pero sí es cierto que ya no se consigue con tanta facilidad.

Es más, desde Financial Times lograron acceder a algunos de los correos enviados por UMG a las plataformas, en los que aseguraban que “no dudaremos en tomar medidas para proteger nuestros derechos y los de nuestros artistas” en caso que no bloquearan por completo el acceso a la IA.

En este sentido, ampliaron afirmando que “entrenar a la IA generativa usando la música de nuestros artistas representa tanto una ruptura de nuestros acuerdos como una violación de la ley de los derechos de autor”, y que las plataformas “tienen una responsabilidad legal y ética para evitar el uso de sus servicios de forma que perjudiquen a los artistas”.

Todo este lío abrió la puerta también a un segundo planteo: ¿Cuánto falta para que el próximo gran hit sea compuesto e interpretado íntegramente por IA?



Hemos visto sobradas muestras de la capacidad de esta herramienta para crear canciones nuevas o, más interesante aún, desarrollar versiones que jamás podríamos haber escuchado. Hay cuentas de TikTok que recopilan versiones fake, como la de Michael Jackson cantando “Blinding Lights” de The Weeknd. Y son tan realistas que asustan (o, también hay que decirlo, en muchos casos emocionan).

Así como hay terrenos en los que estas versiones son rápidamente cercenadas, hay otros en los que proliferan a todo ritmo. Y en este caso, el servidor Discord parece marcar el norte. Allí podemos encontrar canales como AI Hub, donde más de 20 mil usuarios crean y comparten música por inteligencia artificial.

Ante la postura intransigente de las discográficas, todo pareciera indicar un futuro negro para los inventores de estos temas. Pero, en contrapartida, también han aparecido casos que abren la puerta a la experimentación. Quizás el más relevante es el de Grimes, la cantante que solía ser pareja de Elon Musk.

Es que en las últimas horas, Grimes twitteó “dividiré el 50% de las regalías en cualquier canción exitosa generada por IA que use mi voz. El mismo trato que haría con cualquier artista con el que colabore. Siéntete libre de usar mi voz sin penalización. No tengo etiqueta ni ataduras legales”, y generó un nuevo e interesante debate al respecto. Incluso, agregó que “creo que es genial estar fusionado con la máquina y me gusta la idea de abrir todo el arte y eliminar los derechos de autor”.


El debate sobre el arte y los derechos de autor sigue vigente desde su concepción misma. Y seguirá, de seguro. Pero hay una realidad: si la IA funciona como una herramienta extra para la creatividad humana, los resultados pueden ser muy interesantes. Eso sí, debe ser una instancia accesoria, que no reemplace las características únicas que tienen las personas.

Ya lo sufrió la fotografía, ya lo sufrió la literatura. Ahora, el avance de la IA parece haber dispuesto que el próximo campo de batalla es el musical. Se vienen épocas agitadas.

¿Cómo es el proceso de creación?


El cofundador de MV3, Roberto Nickson, explicó en redes sociales cómo se llevaban adelante los procesos de creación de estos hits musicales.

En su caso, contaba que se disponía a grabar un fragmento de canción con su voz, y luego aplicaba un algoritmo que sustituía las voces por otras previamente cargadas. Bastaba con encontrar un recorte en la web para “entrenar” a la IA y generar un resultado más realista.

Según Nickson, esto lograría “cambiar la música para siempre”, pero rápidamente se pudo ver cómo el video en el que explicaba el proceso fue eliminado de YouTube.



La realidad es que, aunque las discográficas no quieran, hay tantas herramientas, sitios y apps gratuitas disponibles (ni hablar las pagas, con funciones más avanzadas) que cualquier usuario con conocimientos básicos podría desarrollar una canción en menos de media hora.

¿Un ejemplo? Como explicó el sitio especializado Xataka, “basta con aprovechar plantillas de código que se pueden importar en Google Colab para luego insertar los modelos de voz de alguno de los más de 30 artistas famosos que ya están preparadas para ser usadas en este tipo de proceso”, o en webs como Musicfy.

El disparador para proyectos nuevos


“Heart on my sleeve” llevó a un crecimiento meteórico de este tipo de experimentos, en los que también aparecieron Rihanna, Kanye West, Michael Jackson y hasta artistas nacionales.

La situación creció a tal punto que un grupo de productores y compositores se decidieron a lanzar un álbum entero titulado UTOP-AI, con voces como las de Travis Scott, pero generadas artificialmente.

En solo tres horas, Warner Music Group se las ingenió para lograr su eliminación completa de la plataforma de YouTube.


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