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«¡No tenemos miedo!»: la defensa del voto tras las elecciones en Venezuela

El martes hubo fuertes protestas en Caracas y otras ciudades importantes de Venezuela.
Una joven acompaña con un violín el himno de Venezuela que miles de personas entonan en una concentración en Caracas, convocada para gritar fraude y reivindicar la victoria del opositor Edmundo González Urrutia sobre el mandatario Nicolás Maduro en la elección presidencial.

La mayoría viste de blanco o con camisetas de la selección de fútbol, la afamada Vinotinto; llevan gorras con los colores patrios, banderas del país, pancartas y bocinas, que se pierden de vista en una céntrica avenida de Caracas.

«¡Se ve, se siente, Edmundo presidente!», exclama la multitud. «¡Maduro dictador!», «¡No al fraude!», gritan otros. «¡No tenemos miedo!», repiten a coro, decididos a defender su voto.

Desconocen la proclamación de Maduro para un tercer mandato de seis años, hasta 2031, y aseguran que le robó el triunfo a González Urrutia, representante de la líder inhabilitada María Corina Machado.

Sobre un muro, un manifestante con el rostro cubierto por una bandera toca sin cesar dos ollas abolladas. A la altura de los pies, un pequeño cartel: «Tenemos las pruebas, Edmundo presidente».

Otro muchacho se trepa con habilidad por un árbol alto y en sus ramas cuelga una bandera venezolana gigante. La gente lo observa y aplaude la proeza.

«Somos un solo pueblo», dice a la AFP Shirley Barillas, una monja de 41 años. Lleva una bandera venezolana como capa sobre el hábito. «Tenemos fe, pero también convicción ciudadana».

La concentración, que la oposición definió como una «asamblea ciudadana», se repitió en otras ciudades.

El chavismo convocó igualmente a una gran marcha hacia Miraflores», el palacio presidencial, «para defender la paz».

«¿Cuál es el miedo?»

Machado y González Urrutia llegan a la concentración en el camión descapotado que usaron durante la campaña, entre algarabía de los presentes, que desenfundaban sus celulares para registrar cada momento. «¡Libertad, libertad!».

«¡Les dije que íbamos a ganar y ganamos!», arrancó Machado, que no pudo ser candidata por una inhabilitación en su contra. «¡Les dije que íbamos a cobrar y estamos cobrando!», siguió, en línea con una promesa de su campaña: no dejarse «robar» la elección.

Machado sostiene que tiene las pruebas que demuestran el supuesto fraude. En un sitio web agrupa copias del 84% de las actas de votación.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), cuya página web está caída desde el día de la elección, no ha presentado el detalle del escrutinio, más allá del resultado en el que proclamó a Maduro ganador con el 51% de los votos.

«Retamos al CNE a que entregue las actas. ¿Cuál es el atraso? ¿Cuál es el miedo?», espetó Machado. «Los resultados no se negocian. Lo único que estamos dispuestos a negociar es una transición con garantías para todos». En ese momento, espontáneos, que se presentaron como testigos electorales, entregaron más paquetes de actas que tenían guardadas del día de la elección.

«Tengo fe»

El tono del gobierno desde que comenzó la protesta ha sido beligerante y Maduro incluso responsabilizó a la oposición de «la violencia criminal, heridos y fallecidos» en Venezuela.

González Urrutia dijo que «no hay razón alguna para reprimir al pueblo de Venezuela» en un mensaje a las fuerzas del orden, que desde el lunes han dispersado con gases y balas de goma las manifestaciones espontáneas que estallaron después del anuncio del resultado.

Esas primeras protestas se registraron en muchas zonas populares, las más golpeadas por la crisis económica.

«Hasta los barrios (pobres) bajaron, la gente se cansó», indica Thaís Farías, administradora de 31 años.

Maduro ordenó un despliegue especial de las fuerzas del orden contra los «comanditos (de la campaña opositora) violentos unidos al poder popular».

«Los quiero ver en las calles hasta que consolidemos la paz», pidió. De hecho, algunos grupos de manifestantes que se iban luego de terminada la concentración fueron dispersados con gases.

Antes, al cierre, sonó de nuevo el himno de Venezuela, que todos cantaron a una sola voz.

Jonathan Rada, de 25 años, fue con amigos a la concentración. Lleva la camisa de la Vinotinto, cuyo lema es «mano, tengo fe».

«Por eso me la puse: nos robaron 100% la elección, pero tengo fe que vamos a salir adelante», aseguró.

*Periodista de AFP