La historia de Valentina San Martín, una joven de Luis Beltrán, es un ejemplo inspirador por como siguió su pasión y encontró su verdadero propósito en la vida. Ahora, dará un paso importantísimo en su vida viajando a África para estudiar a los primates.
De muy chiquita Valentina amaba a los animales y el medio ambiente, lo que la llevó a estudiar veterinaria.
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«Tengo 25 años y siempre me apasionaron muchísimo los animales. Por eso, cuando me tenia que ir a estudiar quise elegir algo que me permitiera ayudar a los animales o al planeta y elegí Veterinaria» explicó para 7 en Punto.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que ese no era su camino y decidió dejar los estudios para buscar experiencias que la acercaran a su verdadero objetivo: ayudar a los animales y proteger el planeta.
«Con el pasar de los años me di cuenta que no me gustaba y que no iba acorde a mis principios yo quería ayudar a los animales y el enfoque de la universidad no iba con mis planes asi que deje de estudiar» explicó.
Su primer destino fue Córdoba, donde realizó un voluntariado con monos y pumas, pero lamentablemente, la experiencia no fue lo que esperaba debido a las malas condiciones y trato hacia los voluntarios. A pesar de esto, Valentina descubrió su amor por los monos y decidió seguir adelante.
Sobre su experiencia en Córdoba, y destacando lo positivo de esa experiencia agregó: «Pese a todo, ahí descubrí que amaba los monos. Estuve viviendo entre monos y animales de todo tipo durante 3 meses; entonces cuando volví a Beltrán no quería dejar de estar rodeada de bichos y moneríos». Por este motivo, mandó su curriculum y cartas de intención a distintos lugares que tuvieran primates.
Más tarde, se unió al Proyecto Cai en Misiones, donde trabajó durante 7 meses en un centro de investigación estudiando los monos Cai y el «paisaje del miedo».
«Teníamos que tomar datos para una investigadora del CONICET que estudiaba los Monos Cai y el paisaje del miedo, así que me fui a Misiones con toda la incertidumbre del mundo. Tenía miedo de que me explotaran como en Córdoba y me trataran mal, pero todo lo contrario; descubrí un mundo nuevo de conservación, de amor, de cuidado, de gente super abierta y muy culta».
Fue allí donde encontró un equipo de personas apasionadas por la conservación y el cuidado de los animales, lo que la llevó a tomar la decisión de convertir su pasión en carrera.
«Fue la mejor experiencia y la mejor decisión que tome. En esos meses me la pase siguiendo monos. Estudiándolos, anotando datos y observaciones. Me enamoré más de los monos, y de otros animales también que había en la selva, fue una aventura y una experiencia que me cambio la vida. Descubrí que era lo que amaba y que ese trabajo lo haría por siempre gratis y me pagaban así que tenía que hacer de eso mi carrera».
Después de completar su experiencia en Misiones, Valentina se animó a aplicar para un puesto en un Instituto de Investigación en Alemania, para trabajar como asistente de una investigadora francesa en la selva africana. A pesar de que parecía un objetivo inalcanzable debido a los requisitos de título, experiencia y idioma, su determinación y pasión la llevaron a ser aceptada en uno de los centros de investigación más prestigiosos de Europa.
Sobre el proyecto al que aplicó y por el cual está a punto de viajar a África explicó: «África lo veía muuuuy lejano porque tenes que tener título, doctorados maestría, 3 años de experiencia en casi todos los trabajos, saber francés y tenes que haber trabajado con chimpancés o grandes simios»
Pero eso no fue un impedimento para ella, envió su CV porque realmente quería ser parte: «Trate de demostrar que esto era lo que amaba y que me apasionaba y me aceptaron. Después empecé a investigar y me di cuenta que el instituto a donde iba era uno de los centros de investigación más prestigiosos de Europa y el más conocido de Alemania».
Valen, en estos momentos ya está emprendiendo su gran viaje a Costa de Marfil, ya que el avión despegó a las 6:40 horas de la mañana.
Quienes deseen seguir su aventura, podrán hacerlo a través de su Instagram. Allí publicará fotos, videos y contará su experiencia para todos los interesados en aprender acerca de los primates.
La historia de Valentina es un ejemplo de cómo la perseverancia y la dedicación pueden llevar a alcanzar metas que parecen imposibles. Su experiencia es un testimonio de la importancia de encontrar el verdadero propósito en la vida.